Colombia: infraestructura al futuro
18 May 2022
El domingo 29 de mayo se efectuará la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia y dependiendo del resultado será la dirección que tome la economía del país cafetero en los próximos años.
Actualmente son dos los candidatos ‘fuertes’, por un lado está Gustavo Petro, de la coalición de izquierdas Pacto Histórico, y Federico Gutiérrez, por la coalición de derechas Equipo por Colombia.
De acuerdo con la última encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) para la revista Semana -realizada a finales de marzo- muestra que a ninguno de los candidatos le alcanzará para ganar la Presidencia en primera vuelta con la mitad más uno de los votos, por lo que será necesaria una segunda el 19 de junio. De acuerdo con el CNC, Petro tendría un 36,5% de la intención de votos, mientras Gutiérrez se sitúa en segundo lugar con un 24,5%, aunque pareciera que Gutiérrez está ganando cada vez más tracción.
Quien quiera que sea el próximo gobernante, la realidad es que recibirá un país que está experimentando un interesante efecto rebote luego de la contracción de 2020 producto de la pandemia del covid-19. Después de un descenso del 6,8% en su PIB, durante 2021 Colombia habría crecido un 9,5%, según la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (Cepal).
Para el presente ejercicio, el organismo proyecta un aumento en el PIB del 3,8%, que si bien no es una cifra ‘alta’, es importante si se tiene en cuenta que la comparación se hace con un año en el que la economía creció 9,5%.
Durante 2023-2024 el crecimiento económico bajaría a niveles cercanos al 2,5%, para luego durante 2025-2026 repuntar a tasas cercanas al 3,5%. Esto, claro, si es que la inversión privada y extranjera se desempeñan positivamente y que el gobierno entrante (que se posesionará el 7 de agosto) implementa políticas macroeconómicas responsables.
El crecimiento, impulsado por un mayor dinamismo de la industria, comercio, transporte y la recuperación de varios componentes del sector servicios; más el buen desempeño de las exportaciones de hidrocarburos, café y carbón, logró también una mayor tasa de empleabilidad. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en 2021 la tasa de desempleo llegó al 13,7%, resultado 2,2 puntos porcentuales por debajo de la cifra que se registró en 2020, cuando la tasa se ubicó en 15,9%. Para alcanzar los niveles previos a la pandemia aún es necesario generar 685.000 empleos.
El sector de la construcción y obras públicas ha tenido un comportamiento más bien negativo en los últimos años, con tasas decrecientes entre 2017 y 2020. Este último año con una variación negativa del 27,7%, situación que se habría revertido durante 2021 cuando el PIB del sector se expandió en un 5,7%.
A pesar de esta recuperación, el sector ha ido perdiendo terreno en su aporte al PIB nacional, y si entre 2017 y 2020 aportaba sobre el 6% del total del país, en 2021 su representatividad se ubicó en un 4,8%, porcentaje que se proyecta se mantenga similar por los próximos años.
Construcción e infraestructura
Pero si el sector de la construcción ha ido perdiendo algo de tracción en la economía colombiana, más que por un hecho per se, es el resultado de la mayor fuerza obtenida por otros sectores, como la exportación de minerales que se ha visto especialmente favorecida por el alto valor de los commodities.
De hecho, la infraestructura se ha consolidado en una política de Estado y ha sido parte importante de las agendas de los últimos gobiernos y en este sentido destacan los proyectos viales 4G, una ambiciosa cartera de iniciativas viales que se iniciaron durante el gobierno Juan Manuel Santos.
Al cierre del primer trimestre de este año el programa llevaba un avance del 64,8% de su ejecución. Dentro de las 29 iniciativas que conforman el programa, las autopistas Girardot-Honda-Puerto Salgar; Puerta de Hierro- Cruz del Viso-Palmar de Varela; la Autopista Conexión Pacífico 2 Bolombolo-La Pintada-Primavera; Cartagena-Barranquilla (Circunvalar de la prosperidad) y Vías del Nus Bello-Alto de Dolores, todas ellas con un índice de ejecución del 100%. Asimismo, otros cinco proyectos como Pasto-Rumichaca; Chirajara-Fundadores; Autopistas al Mar 1 Medellín – Cañasgordas; la Transversal del Sisga y la Autopista Conexión Pacífico 3, ya superan el 90% de ejecución.
“Esto evidencia la buena marcha que viene mostrando el que sin duda es el programa vial más ambicioso en el que se haya embarcado el país en su historia. Pero además de los alentadores índices que ya muestra su ejecución, también queda en evidencia el compromiso inquebrantable de las concesiones y la credibilidad que en el programa ha depositado el sector financiero”, señaló Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara de la Infraestructura.
Iván Duque, quien deja el sillón presidencial en agosto próximo, ha sido un vehemente defensor del modelo de concesiones en el país. Recientemente, en el marco de la Asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo celebrado a finales de marzo el mandatario señaló que “las concesiones viales, con participación privada, son las que nos han permitido acelerar la transformación vial de los departamentos del país. Si siguiéramos bajo el modelo de obra pública, como el que tuvimos durante 80 años, la ejecución de las obras seguiría demorándose 50 años”.
El modelo de concesiones, sumado a una estabilidad política y económica que el país ha demostrado en los últimos años, ha permitido una buena relación entre Colombia e inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Prueba de esto es el reciente proceso de financiamiento que logró la Concesionaria Vial Unión del Sur, liderada por Sacyr Concesiones y Sudinco, para su proyecto 4G Pasto-Rumichaca, en Nariño, en la frontera entre Colombia y Ecuador y que alcanza os US$800 millones. Esta financiación cuenta con una compleja estructura que involucra un crédito bancario multitramo de US$278 millones, otro crédito en pesos equivalente a US$260millones y un bono social por US$262 millones. Se trata de la segunda emisión de un bono social de Sacyr Concesiones de un proyecto de infraestructuras en Colombia y se convierte en el mayor realizado en América Latina.
En esta financiación participaron las entidades financieras colombianas FDN, Bancolombia, Davivienda y UPI y las internacionales JPMorgan Chase Bank, Sumitomo Mitsui Banking Corporation, Société Générale, MUFG Bank, Ltd., N.A, Crédit Agricole Corporate and Investment Bank y Siemens Financial Services, Inc.
En este sentido es importante destacar el premio que recibió en marzo la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). El organismo fue galardonado por IJGlobal, una publicación especializada en proyectos de financiación en infraestructura como la mejor Entidad del Sector Público en América Latina exaltando la Ley de Asociaciones Público Privadas en Colombia que ha permitido con éxito el desarrollo del Programa de Cuarta Generación de Concesiones (4G) y las nuevas Concesiones del Bicentenario.
“Este reconocimiento es resultado del compromiso del gobierno del presidente Iván Duque por concluir las obras de infraestructura concesionadas en el país, como una política de Estado en la que las obras son de los colombianos. Además, en nuestro objetivo por continuar modernizando la infraestructura de transporte avanzamos en nuestro compromiso con Colombia en la consolidación de las Concesiones del Bicentenario, de las cuales ya adjudicamos 3 (Nueva Malla Vial del Valle del Cauca – Accesos Cali-Palmira, Alo Sur y Accesos Norte II) y avanzamos en los procesos de licitación de proyectos clave para el país como la App del Río Magdalena y el Canal del Dique”, aseguró la Ministra de Transporte Ángela María Orozco.
Una nueva generación
Así como las iniciativas 4G van avanzando, también se está trabajando en las concesiones del Bicentenario, llamadas 5G, que además de infraestructura vial también consideran proyectos aeroportuarios, ferroviarios y de navegabilidad. Una primera etapa del programa 5G está compuesta por 14 proyectos multimodales (ver tabla), los que demandarán inversiones calculadas en unos COP$21,79 billones (unos US$5.775 millones) y generarán más de 600.000 empleos.
También a finales de marzo la Agencia Nacional de Infraestructura anunció las firmas del contrato Accesos Norte 2 y del acta de inicio del proyecto ALO Sur, dos obras estratégicas para la movilidad de la capital del país y que suman inversiones por unos COP$3 billones (alrededor de US$800 millones).
En cuanto al proyecto Accesos Norte 2, el consorcio Estructura Plural Ruta Bogotá Norte, conformado por Obrascon Huarte Sucursal Colombia (50%) y Termotécnica Coindustrial SAS (50%), será el encargado de adelantar las obras, luego de su adjudicación el 10 de marzo de 2022. El proyecto tiene un carril exclusivo para TransMilenio, desde la calle 192 a la calle 235. Asimismo, contempla la construcción de 11,6 kilómetros de espacio público: andenes, ciclorrutas y mejora de retornos e intersecciones viales.
En tanto las compañías Concay SA, Coherpa Ingenieros Constructores SAS, Mario Alberto Huertas Cotes y Pavimentos Colombia SAS, todas ellas con un 25% de participación, conforman la firma Estructura Plural ALO Sur. La iniciativa busca conectar la Calle 13, al occidente de la capital, desde Fontibón hasta la intersección Chusacá, a través de la construcción y/o mejoramiento de cerca de 24,5 kilómetros de doble calzada y una alameda de 153.000 m2.
Licitaciones recientes
Durante marzo la ANI abrió el llamado a dos importantes licitaciones, se trata del Corredor Buenaventura-Buga y el Canal del Dique.
La iniciativa Buenaventura-Buga tendrá una longitud concesionada de 128 km, con un corredor en segunda calzada a lo largo de 116 km. Asimismo, prevé la rehabilitación, operación y mantenimiento de la vía existente.
“Con este corredor impulsamos la generación de empleo y mejoramos la calidad de vida de los ciudadanos que residen en el área de influencia del proyecto. Además, vamos a fortalecer el multimodalismo, ya que conectaremos diferentes modos de transporte”, aseguró en la ocasión Manuel Felipe Gutiérrez, presidente de la ANI.
Entre las obras se destaca la estabilización de taludes, la construcción de dos túneles cortos, que suman alrededor de 1,4 km aproximadamente, y el cambio de equipos electromecánicos en los 17 túneles existentes, cuya longitud consolidada es de 9,3 km.
De acuerdo con la ANI “este proyecto optimizará el recorrido a la zona portuaria más importante del país, lo cual impactará no solo a los municipios del área de influencia si no en general el resto del territorio nacional que emplee dicha zona portuaria para sus actividades”.
La iniciativa, que prevé adjudicarse en agosto, proyecta inversiones por unos US$628 millones.
En tanto, el megaproyecto del Canal del Dique se trata de una iniciativa de la que se venía hablando hace más de 50 años en el país y que es especialmente importante para beneficiar el transporte acuático hacia los puertos del Caribe, pero también porque representa un alivio a los problemas de sedimentación y riesgos de inundación en la Costa Caribe.
El proyecto tiene una longitud total de 115,5 km, que abarcan la hidrovía, entre el municipio de Calamar y la bahía de Cartagena. “El proyecto permitirá mantener control de tránsito de sedimentos entre el canal y las bahías de Cartagena y Barbacoas; control de inundaciones y control de niveles de agua en el canal, mejoramiento de las conexiones ciénaga - ciénaga y ciénaga – canal, restauración de los ecosistemas Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo, restauración de rondas de ciénagas, caños y Canal del Dique; aseguramiento del recurso hídrico del canal para agua potable, riego, ganadería, pesca y otros servicios; optimización de la navegabilidad en el Canal, entre otros”, explica la ANI.
El proyecto requiere inversiones cercanas a los US$564 millones y sería adjudicada el 21 de julio.
Segunda ola
Las Concesiones Bicentenario también contemplan una segunda ola compuesta por 13 proyectos multimodales cuyas inversiones se proyectan en COP$28,47 billones (cerca de US$7.545 millones). De esta forma, el total de concesiones 5G podría implicar inversiones por más de US$13.000 millones, lo que impulsaría con fuerzas al sector de la construcción e infraestructura del país.
Construcción garantiza desarrollo económico y social No sólo la infraestructura sirve de motor en la construcción colombiana. La construcción residencial es también un factor importante en la industria. Durante marzo se llevó a cabo la Reunión Anual de Filiales de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) donde se discutieron los desafíos del sector de la construcción civil en temas comerciales, constructivos y de política pública, así como el potencial y oportunidades de crecimiento. Para la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez, “el buen comportamiento del sector en la región permite la movilidad social a través de la generación de empleo y demanda de insumos, lo que se traduce en bienestar para los colombianos”, y señaló la importancia de las regiones para avanzar en la recuperación social y económica del país. También mencionó que para el 2022 se espera que las ventas a nivel nacional alcancen las 267.000 viviendas nuevas, de las cuales 186.000 serán de interés social, esto representa un crecimiento anual total para el mercado del 7%. Por otro lado, Forero mencionó que el futuro del sector debe atender las necesidades habitacionales de las familias colombianas con la dotación de vivienda formal, un ambiente de seguridad jurídica y mayor productividad, el déficit habitacional cuantitativo de 680.000 hogares y dotar de vivienda formal a 1,5 millones de nuevos hogares que se formarán en los años 2022-2026 debido al crecimiento demográfico. |