Diez grúas torre Liebherr brindan alta capacidad de elevación en la represa Santo Antonio de Brasildline

Diez grúas torre Liebherr se están usando en la construcción del proyecto hidroeléctrico Santo Antonio, realizado en el río Madeira, norte de Brasil. Son las únicas grúas torre que se utilizarán en este proyecto.

Santo Antonio tendrá una capacidad instalada de 3.150 MW, producidos por 44 generadores.

El gobierno brasileño optó por un diseño de descarga de caudal pluvial (run-of-river) para la represa, que se está construyendo a través de una zona de rápidos poco profundos y una isla que cubre aproximadamente la mitad del canal, a fin de minimizar la huella del embalse.

Se instalarán turbinas axiales tipo bulbo, diseñadas específicamente para el proyecto, y que son las más grandes de su clase construidas hasta la fecha, para producir electricidad a partir del caudal natural de un río en lugar de requerir agua sometida a alta presión.

El organismo brasileño regulador de la electricidad, Agência Nacional de Energia Elétrica, otorgó el contrato de la represa Santo Antonio al consorcio Madeira Energia, constituido por la empresa de construcción brasileña Odebrecht, junto con las empresas de servicios locales Furnas y Companhia Energetica de Minas Gerais (Cemig). El consorcio comprende también a la empresa constructora Andrade Gutierrez, al banco español Santander y al banco portugués Banif.

El río Madeira es el mayor afluente del Amazonas, estando Santo Antonio situada unos 5 km aguas arriba de la ciudad de Porto Velho, cerca de la frontera boliviana.
Un segundo proyecto hidroeléctrico, Jirau, se están construyendo al mismo tiempo, adyacente a Santo Antonio y a 130 km de Porto Velho. Jirau producirá 3.450 MW de energía, y ambos proyectos se consideran un elemento crucial del futuro suministro eléctrico de Brasil.

En Jirau también están trabajando doce grúas torre Liebherr.
Ocho de las que trabajan en Santo Antonio son de la serie EC-H Litronic y una grúa modular, habiendo sido entregadas por Liebherr Brazil a través de su oficinal central en Sao Paulo.

Cuatro de las grúas son unidades 630 EC-H 40 Litronic, con una capacidad máxima de carga de 40 t con un alcance máximo de 80, m en el que la grúa puede levantar 5,8 t. Las otras cuatro grúas de la serie EC-H son modelos 550 EC-H 40, con una capacidad máxima de carga de 40 t, que pueden levantar 5,2 t con un alcance máximo de 81,5 m.

También se hallan en la obra dos grúas Liebherr 111 AS montadas sobre railes.
El director del proyecto, Carlos Augusto Doares da Silva, afirma que se eligieron las grúas Liebherr porque son las grúas torre más poderosas del mercado.

Las grúas Liebherr constituyen el grueso de nuestra capacidad de elevación y, por consiguiente, es vital que continúen trabajando sin paradas no planificadas durante toda la duración del proyecto", afirma.

"Se entregaron en la obra en 2008 y algunas de ellas todavía estarán aquí en el 2016, cuando se complete la fase final del proyecto. De manera que la solidez estructural de las grúas y su fiabilidad mecánica son esenciales para nosotros".
El servicio técnico de las grúas está a cargo de ingenieros de Liebherr Brazil, destinados a la obra durante todo la duración del proyecto, que comenzará con la primera fase de las operaciones en 2012.

La represa y el desagüe comprenden dos estructuras de hormigón de 300 m, una con 15 vanos sobre el margen izquierdo del río y la otra con cinco vanos en el canal entre la isla Presídio y el margen derecho.

La construcción de la represa se ha emprendido en dos etapas, desviando el flujopor las ataguías de cajón del margen izquierdo para permitir la excavación en seco y la construcción de aproximadamente la mitad de la represa y el desagüe. Después, el río hará su recorrido a través de la porción completada de la represa y se construirán nuevas ataguías para proteger las obras en lo que será el lecho del río.

Para cruzar el río de una margen a otra o arribar a la Isla Presidio, los camiones y el transporte usarán un transbordador.

Los planes de energía de Brasil requieren una red de represas, que se construirán en el curso de la siguiente década en los principales afluentes del Amazonas, aunque en el Amazonas mismo no se levantará ninguna.

En una nación que ya obtiene más del 80 por ciento de su energía eléctrica de represas, éstas constituyen el corazón de una estrategia para aumentar en un 60 por ciento la capacidad de generación hasta el año 2019.

Las represas harán más que producir electricidad, ya que están diseñadas para tender canales que abrirán los rápidos anteriormente intransitables al tráfico de barcazas, ayudando a los productores de soja y los leñadores a llevar sus productos al mercado.

Al completarse, las instalaciones de Santo Antonio y Jirau serán las represas de descarga de caudal pluvial más grandes jamás construidas.

En la actualidad, Santo Antonio emplea, en su pico de actividad constructiva, 11.000 personas. Jirau tiene una plantilla fija de 16.000 personas.

Las dos represas juntas tienen un costo estimado de US$11.600 millones y están programadas para comenzar a conectarse a la red eléctrica en el 2012. Para el 2016 estarán equipadas con su máxima capacidad de generación combinada de 6.450 MW, aproximadamente el 8 por ciento de la capacidad de generación total de electricidad del país.