Sobratema: Un nuevo crecimiento en 2022

El mercado de equipos de la línea amarilla el año pasado estuvo muy cerca de conseguir el mejor resultado de su historia. En 2013 se vendieron más de 33.400 máquinas, mientras que en 2021 se vendieron 31.200 unidades. Este número representa un aumento del 39% en comparación con 2020 y marca el cuarto aumento consecutivo de ventas en el segmento. Los datos son resultado del Estudio Sobratema del Mercado Brasileño de Equipos de Construcción.

Este expresivo crecimiento obedeció a un conjunto de factores, con énfasis en las oportunidades crediticias con menores tasas de interés y financiamiento diferenciado propuesto, principalmente, por bancos de fabricantes, que estimularon la inversión en la adquisición de nuevas máquinas por parte de empresas constructoras, mineras y de alquiler para reemplazar sus respectivas flotas.

El momento fue propicio para los usuarios de equipos, ya que no hubo interrupción de las obras de infraestructura y se anunciaron nuevas concesiones en varias áreas, con la expectativa de que el país se convierta en un nuevo sitio de construcción en los próximos años. Además, hubo un aumento en la mecanización en la construcción liviana y pesada y un crecimiento en la demanda en el área de alquiler de máquinas.

Enfrentando adversidades

Sin embargo, el mercado también enfrentó desafíos, como la variación en el precio de las máquinas, la disponibilidad de equipos para cumplir con los plazos con los clientes y la inestabilidad política. Y, estos tres factores continúan como adversidades para el sector en 2022.

Eurimilson Daniel es vicepresidente de Sobratema

La oferta global de insumos para la industria aún no está completamente normalizada, lo que significa que, aunque se presente un escenario de enfriamiento a la baja en los precios de materias primas y componentes electrónicos en los próximos meses, el impacto en los valores de los productos finales se seguirá percibiendo por más tiempo. La producción industrial se mantiene por debajo de la demanda. Y, a partir de este mes (marzo), se espera que aumenten las órdenes de compra, lo que genera incertidumbre sobre si los fabricantes y distribuidores podrán entregar los equipos en los plazos requeridos. Las elecciones presidenciales, por otro lado, pueden generar un clima de polarización aún mayor, trayendo más inestabilidad a la política.

Otro punto para considerar es la condición fiscal del país y la alta inflación, que obligó al Banco Central a subir las tasas de interés. Como resultado, el crédito aumentó y las tasas de financiamiento se volvieron menos atractivas, lo que puede resultar en una inhibición de la inversión.

Por otro lado, el mercado está más confiado. Según el Estudio de Mercado, el 64% de las empresas del sector se muestran optimistas o muy optimistas en el sector de la construcción y con los resultados positivos de sus empresas. Esto se debe a que Brasil es un país continental y, en varios puntos del territorio nacional, se están realizando obras o implementando nuevos proyectos, especialmente en regiones con vocación agroindustrial y minera.

Además, se vienen nuevas obras con las concesiones. Este modelo de negocios es positivo para el país, ya que asegura más estabilidad al negocio y más previsibilidad de costos e inversiones. Con eso, la estimación del Estudio Sobratema es un nuevo máximo (12%) en el número de máquinas de la línea amarilla vendidas en 2022. Será el quinto año consecutivo de aumento en los números del sector. Y si depende de toda la cadena de la industria, esta senda de crecimiento continuará por mucho tiempo.