Abriendo fronteras
06 October 2015
No son muchas las empresas centroamericanas que participan en el ranking CLA50, que lista a las 50 principales constructoras latinoamericanas y Constructora MECO es una de las excepciones. El año pasado -CLA50 2013- la contratista quedó posicionada en el puesto 28, y este año podría sorprender con algunos avances.
La empresa costarricense fue fundada en 1977 por Ángel Américo Cerdas y se dedicaba principalmente al alquiler de equipos y movimiento de tierras, pasando en 1984 a iniciativas de mayor envergadura con operaciones en el Proyecto Sandillal ICE y el canal principal de riego del SENARA ambos en su país de origen. Recién a mediados de los ’80, la compañía comenzó a tener importantes contratos de construcción vial, rubro en el que hoy trabaja con especial fuerza.
En 1993 la empresa comenzó a expandir sus fronteras y hoy cuenta con una cartera de proyectos realizados en Nicaragua, Honduras, Belice, Guatemala, El Salvador y Panamá, y hace algunos años continuó su incursión en el mercado de América del Sur.
CLA conversó con Carlos Cerdas Araya, actual presidente de la compañía para conocer su visión respecto al actual estado del sector construcción y cuáles son los próximos pasos a seguir para Constructora MECO.
¿Cómo ve el sector en la actualidad?
En Costa Rica, como en toda la región centroamericana hay un rezago importante en construcción de obra pública, con procesos de concesiones lentos o estancados. No hay ningún país de la región centroamericana que vaya por la segunda generación en concesión de obras públicas, mientras que, por ejemplo, en Colombia ya van por la cuarta generación. Además, esta situación se ve agravada por el bajo porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) que se destina a este tipo de de proyectos.
Con excepción de Panamá, en todos los demás países de la región, el ritmo de crecimiento en el sector construcción es muy lento. En Panamá están trabajando fuerte en carreteras, aeropuertos, acueductos, en el saneamiento de la ciudad, en el transporte público masivo y en la infraestructura eléctrica. En el resto de la región falta financiamiento y voluntad política.
¿Qué sucede con Costa Rica en particular?
Costa Rica está pasando por un momento crítico de poco desarrollo de infraestructura. Solo para darnos una idea de lo que acontece, Latinoamérica gasta del 2% del PIB en infraestructura de transporte desde fuentes públicas y privadas, menos de la mitad de lo que necesita. Costa Rica destina solo el 2% del presupuesto nacional a la red vial, menos de la tercera parte de lo que el país requiere.
En Costa Rica al igual que en varios países de la región, no se ven planes concretos para renovar o mejorar la infraestructura, no hay una planificación efectiva y creíble en infraestructura a 20 años plazo para conocer qué es lo que se va a ir desarrollando, como sí lo hacen países como Colombia o Chile en Sudamérica.
Los cuestionamientos a la figura de concesión y un presupuesto de menos de la tercera parte de lo que se necesita, tienen a Costa Rica en una encrucijada, que debe resolver si quiere una red vial nacional competitiva.
Estas deficiencias están directamente vinculadas a un rezago en la inversión pública en infraestructura del sector, la cual registró un promedio de 0,7% del PIB en la década del 2000 y un 0,93% del PIB en 2011. Según el Reporte de Competitividad Global 2012-2013 del BID, la calidad de la infraestructura vial de Costa Rica ocupa el lugar 131 de 144 países analizados (en la región, solamente superamos a Paraguay y Haití).
¿Cuáles son los principales desafíos?
Algunos de los principales desafíos del sector son alcanzar una visión de largo plazo, apoyada en una planificación que sea parte de una estrategia integral con alianzas público-privadas, pues estamos conscientes de que los gobiernos solos no lo podrán resolver todo y, sobre todo, contar con la voluntad política de las autoridades para hacer proyectos urgentes y reducir el rezago que tenemos en materia de construcción de infraestructura de obra pública.
Necesitamos planes que tomen en cuenta la contratación pública, las alianzas público-privadas y concesiones, y, por supuesto, con diferentes tipos de financiamiento: recursos propios, financiamientos externos, concesiones y fideicomisos.
¿Cómo fue 2014 para MECO?
El año pasado continuamos nuestro plan de internacionalización y desarrollamos importantes trabajos en varios de los países de Centroamérica y en Colombia.
En Panamá, por ejemplo, continuamos con los trabajos en el Canal, donde ya tenemos casi 20 años de participar en importantes obras. También iniciamos nuestra participación en un agresivo plan de concesiones viales de cuarta generación (4G) que lleva a cabo la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) de Colombia entre el 2015 y el 2020. El programa de US$26.000 millones contempla 40 proyectos viales que permitirían que, para finales de la década, los 12.000 kilómetros de vías más importantes de este país sudamericano estén construidos bajo las más altas especificaciones.
Asimismo, para este año, la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil del Gobierno de Colombia nos adjudicó cuatro proyectos de ampliación y construcción de obras en diversos aeropuertos de ese país, por más de US$130 millones.
Además hemos iniciado una fase exploratoria en otros países de Sudamérica, como Perú y Ecuador.
Considerando las obras mencionadas, ¿a cuánto asciende la cartera de proyectos actual?
Los principales proyectos en los que está Constructora MECO son las obras en el Canal de Panamá, la ampliación de un trayecto de la carretera interamericana en Panamá, y las que se ejecutan en Colombia como parte del programa de concesiones viales de varias carreteras del país y obras de conservación y mantenimiento vial en las ciudades de Cali y Bogotá. Las tres obras de autopistas adjudicadas en Colombia superan una inversión total de US$ 2.000 millones.
Sin duda por la dimensión y envergadura de los proyectos, los trabajos que generarán los mayores ingresos para la compañía se ubican en Panamá y Colombia; además por sus exigencias de tiempos y calidad, se convierten en las mejores condiciones para el aprendizaje.
¿Qué porcentaje de sus ingresos provienen del exterior?
Del exterior provienen alrededor del 75% de nuestros ingresos. La facturación más fuerte proviene de Panamá con el 40%; le sigue Costa Rica con el 25% y después Nicaragua. Sin embargo, en dos años Colombia será el mercado de mayor facturación, por las obras que ya tenemos adjudicadas.
¿Hay intenciones de abrir otros mercados?
Hace pocos años iniciamos una operación exploratoria en varios países de América del Sur para buscar oportunidades de crecimiento. Para lograr ese primer objetivo contratamos personal en Chile, Perú y Colombia, siendo este último país donde ya iniciamos los primeros proyectos al ganar ya varias concesiones junto con la firma colombiana Mario Huertas Cotes.
Dentro de un año vamos a reforzar más la gestión en Perú para poder ingresar a este nuevo mercado según lo trazado en nuestro plan de negocios; y también tenemos proyectado a futuro incursionar en Ecuador, para consolidar operaciones en el norte de Sudamérica, teniendo como base Colombia donde ya estamos presentes.