Bolivia en concreto

Ésta podría ser la crónica de cómo la colaboración corporativa y la transferencia de tecnologías producto de inversiones más allá de fronteras nacionales puede generar progreso económico y desarrollo social.

El proyecto en cuestión es la construcción en Bolivia de una planta de producción de cemento de la compañía brasileña Votorantim, la mayor en su país. El servicio se encargó a un conocido grupo de construcción, también de Brasil, el Grupo Constructora CMP Proyectos y Edificaciones S.A. de CV, especializado en construcción industrial en distintos sectores, como cemento, minería, celulosa, metalmecánica y otros.

La obra se inició en mayo de 2015 y en marzo de este año ya mostraba un 70% de avance. Para no retrasar el progreso del proyecto de construcción de la fábrica, l aprovisionamiento de concreto no podía depender de fuentes lejanas o inestables. La decisión de CMP era clara: se necesitaba la instalación de una planta portátil de producción de hormigón.

Con este objetivo en mente surgía un nuevo elemento en la ecuación y se refería al tipo de planta productora de concreto. Una alternativa era el uso de una planta móvil, “pero esto no era una instalación completa, no teníamos silos de almacenamiento de cemento, ni tampoco cintas transportadoras, lo que perjudicaba todo el proceso definido en la construcción de la planta”, cuenta Ricardo Martins, gerente de obras de la constructora CMP.

Pero una empresa estructurada para cierto modelo de proyecto como la construcción industrial está bien preparada para estas decisiones

Actor decisivo

El ejecutivo de la división de concreto de CMP, Sílvio Costa, propuso a la proveedora de equipos para producción de concreto RCO, también brasileña.

CMP eligió llevar a Bolivia la planta dosificadora CDR 60, equipo con una capacidad de 60 metros cúbicos por hora. RCO además customizó la planta con un sistema de automatización y almacenamiento de cemento y agregados en silos.

La configuración de una planta móvil exigía seis trabajadores adicionales para abastecer con cemento y otros dos para abastecer con agregados, sin embargo, con la dosificadora CDR 60, el equipo del proyecto asimiló todo este trabajo. “Pasamos a producir lo suficiente para llenar una hormigonera cada 12 minutos”, dice el gerente de obras de CMP. En momentos de máxima producción, la planta de RCO alcanzó los 350 metros cúbicos de concreto por día de trabajo.

Finalmente, está más próximo el día que Votorantim podrá adicionar una nueva fábrica de cemento a su portafolio latinoamericano. Con ello, se abre al grupo CMP, un nuevo frente de negocios , el suministro de concreto in situ cuando sus clientes lo necesiten.

Para RCO, se trata de un nuevo paso en su firme camino hacia su internacionalización, que a la fecha ha cumplido etapas fundamentales como fue, por ejemplo, su participación en CONEXPO Latin America, en Chile en 2015.

Pero los principales beneficiados con esta nueva tecnología son las empresas y ciudadanos bolivianos, que con una creciente y productiva integración comercial con su país vecino, Brasil, reciben estas importantes inversiones. En este caso, una que incrementará su oferta interna de cemento a precios nacionales, llevando a su industria de construcción más insumos y suministrados con más inmediatez. Una inversión que además, generará trabajo y desarrollo económico.