Brasil destituye a Dilma Rousseff

Esta semana, Brasil ha vivido un momento histórico, aunque muy polémico. En la tarde del día 31 de agosto de 2016, el Senado Federal votó por la destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia de la República. Con la decisión, el presidente interino Michel Temer, quien ocupaba el cargo provisoriamente desde que Dilma fue alejada para responder el proceso, se hace presidente del país hasta el fin de 2018.

En lo que respecta la construcción y las inversiones en infraestructura, el gobierno que salió del voto del Senado brasileño envía señales muy distintas al sector, en comparación con la gestión de Dilma Rousseff.

De acuerdo con el responsable por el área de concesiones de infraestructura y Asociaciones Público-Privadas del nuevo gobierno, Moreira Franco, la confirmación de Michel Temer como presidente abrirá un programa de facilitación de las inversiones privadas, en lugar de la participación estatal en primero lugar.

Hasta el momento, Moreira Franco no confirmó muchos detalles de este programa, que se conoce como PPI (programa para asociaciones de inversión, por su sigla en portugués). Lo que se sabía hasta el momento del voto del impeachment es que cuatro aeropuertos serán concesionados, los de las ciudades de Salvador, Porto Alegre, Fortaleza y Florianópolis. Además, Moreira Franco dio a conocer que muchas compañías municipales de saneamiento serían privatizadas.

Además de esto, se comentan muchos otros procesos de concesiones y APP, en las áreas de carreteras, puertos y vías férreas. De acuerdo con Moreira Franco, en principios de septiembre las reuniones del PPI debieran definir qué acciones se irían tomar y cuáles privatizaciones y nuevos proyectos se pretenderían promover.