Brasil: hacia adelante

16 December 2011

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Un momento único. Así define el vicepresidente de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC), José Carlos Martins, el actual momento que vive el sector de la construcción en Brasil. "Este es uno de los mejores momentos de la historia de la industria", asegura.

Pero, ¿a qué se debe tan buen panorama? "Las inversiones están creciendo, los programas y proyectos de infraestructura están en desarrollo, el mercado inmobiliario está muy activo y las perspectivas también son muy alentadoras para el futuro", cuenta el ejecutivo.

Martins comenta que los tres grandes segmentos del sector (infraestructura; obra pública y vivienda; y el vinculado a los "prestadores de servicios", volteado a la construcción de shoppings centers, hoteles, colegios privados, etc.) están extremadamente activos.

Sobre el mercado inmobiliario, explica que éste fue impulsado fuertemente desde 2004 después de la creación del marco regulatorio del sector (ley de alienación fiduciaria, la que facilitó el acceso al crédito inmobiliario), el que permitió que las inversiones experimentaran un importante salto en un período de poco más de siete años, pasando de 2.300 millones de reales a más de 60.000 millones de reales. "Son casi treinta veces más de lo que se tenía anteriormente", enfatiza.

Por su parte, el segmento de vivienda social tuvo un fuerte repunte desde 2009. El ejecutivo explica que eso pasó desde que el gobierno federal, en conjunto con algunos estados y municipios, generó un programa para la construcción de viviendas destinadas a familias de bajos recursos que deseen comprar su casa propia. "Con el programa Minha Casa Minha Vida el segmento tuvo un crecimiento fantástico", afirma.

En lo que se refiere a infraestructura y obras públicas, Martins comenta otro programa del gobierno que ha tenido gran relevancia en el sector: el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). "También se está invirtiendo mucho en la parte de infraestructura, aunque el gobierno aporta sólo un 20% de las inversiones relacionadas a esta área. El resto proviene de empresas estatales, iniciativas privadas o concesiones", asegura. El ejecutivo da como ejemplo el caso de la gigante Petrobras, y afirma que "la estatal, este año, invirtió casi 70.000 millones de reales en obras e infraestructura".

Otra de las áreas destacadas por el ejecutivo son las relacionadas con las ferrovías. El vicepresidente de la Cámara asegura que es un segmento que está muy activo, con construcciones de peso. Basta analizar iniciativas como la Transnordestina (ferrovía en el noreste de Brasil que une los puertos de Pecém, en el estado de Ceará, y Suape, en Pernambuco, con el centro del estado de Piauí) y la Leste-Oeste (que pasará por los estados de Bahía y Tocantins, uniendo las ciudades de Ilhéus e Figueirópolis, donde se conectará con la Ferrovía Norte-Sur).

Cifras positivas

El panorama brasileño es alentador, aunque no tan brillante como el de 2010. Hay que considerar que el crecimiento económico, entre enero y septiembre de este año, pasó de 3,5% a 3,3%, lo que demuestra que la economía brasileña se ha ido desacelerando a lo largo de 2011. Esta fue la primera vez en dos años que la cifra presentó una caída. Asimismo, la previsión del gobierno es que el ejercicio cierre con una producción de 3,5%.

Martins se suma a las estimaciones y comenta que el crecimiento del sector construcción este año no será el mismo del anterior, pero de todos modos espera cerrar con una buena cifra. "Hay crecimiento este año, aunque no será el que nosotros imaginábamos, ya que debido a la crisis internacional la economía terminó presentando una desaceleración. Pero seguramente debemos crecer entre un 5% y 6%", asegura. Al hablar del futuro, el vicepresidente de la CBIC no da muchos detalles, pero afirma: "2011 fue bueno, y 2012 será mucho mejor".

Otras fuentes también certifican crecimiento para el sector de la construcción. Según la encuesta anual de Sobratema (Asociación Brasileña de Tecnología para Equipos y Mantenimiento), durante 2011 habrá un crecimiento de 28,5% en el número de obras y de 21,3% en términos de inversiones en comparación con 2010. En ese año, el estudio analizó 9.550 obras, las que involucraban 1,22 billones de reales en inversiones, mientras que para el actual ejercicio el monitoreo señala que las inversiones previstas pueden alcanzar 1,48 billón de reales, en 12.265 obras (para más detalles vea columna de Sobratema en la página XX).

Fallas y aciertos

A pesar del buen escenario que vive Brasil, no todo está de maravilla en el país. Y es que si bien los próximos eventos deportivos que albergará Brasil (Mundial 2014 y Olimpiadas 2016) han traído importantes inversiones y modernizaciones, también han generado muchos de los problemas y cuellos de botella existentes en sector.

Según una estimación del Ministerio del Deporte, el Mundial 2014 agregará 183.000 millones de reales al producto interno bruto (PIB) del país y movilizará 33.000 millones de reales en inversiones en infraestructura, principalmente en el área de transporte y sistemas viales.

El ejecutivo de la CBIC certifica que el Mundial 2014 y las Olimpiadas 2016 están apalancando el auge de la construcción en el país, sobre todo en obras vinculadas a movilidad urbana, aeropuertos, estadios, entre otras que están en desarrollo. Sin embargo, no niega que existen retrasos en la ejecución de muchas de los proyectos. "La mayor parte de las obras no están en su cronograma, salvo los estadios", indica. En tanto, los mayores retrasos se encuentran en las obras de aeropuertos y de movilidad urbana.

Para agilizar los trabajos y reducir los costos del Estado, el gobierno ofreció a empresas privadas concesiones para reformar y administrar los aeropuertos. "El proceso licitatorio en Brasil es muy complicado y cuando se pasa a una concesión el proceso se hace mucho más ágil", explica Martins.

A pesar de esas complicaciones vinculadas a los cronogramas y procesos de las obras de los futuros eventos deportivos, la industria de la construcción ya nota los efectos positivos del Mundial. Un informe divulgado en octubre por la Confederación Nacional de la Industria de Brasil, confirma el positivo actual escenario. Según el estudio, el 85% de las empresas de la industria de la construcción cree que el Mundial 2014 generará un impacto positivo para el sector. Apenas 7% de las empresas consultadas afirma que no habrá impactos y 8% apunta que el impacto será negativo.

Aunque no todas las empresas percibirán un impacto directo producto del evento, 47% de los empresarios consultados creen que sus compañías se verán beneficiadas positivamente por el Mundial. De ellas, 18% señala que esos efectos ya son visibles, el 17% estima que el efecto se notará en lo que queda del año y el 65% restante, asegura que será evidente entre 2012 y 2014.

El informe explica también que el 95% de las empresas que creen que el Mundial beneficiará sus negocios, esperan el aumento de obras y servicios. El detalle es que este aumento también implica un incremento en la demanda de mano de obra, ítem que se encuentra entre los principales cuellos de botella para la ejecución de las obras del evento deportivo, seguido por la burocracia en los procesos de licitación y el corto plazo para el término de las obras o servicios.

El vicepresidente de la CBIC considera la falta de mano de obra calificada como uno de los principales problemas que actualmente tiene la construcción brasileña "Cuando falta material, usas un navío, lo traes de afuera y se acabó el problema. Pero con la mano de obra no es así", dice. El ejecutivo explica que por esa razón en el momento hay un programa muy fuerte de sostenibilidad e innovación tecnológica, para que así no se necesite tanta mano de obra. Además, Martins cuenta que se está invirtiendo también en programas de capacitación de los trabajadores. "No hay otra manera que no sea transformar los trabajadores en seres más productivos para que puedas construir algo", asegura. También agrega que el número de trabajadores formales en los últimos tiempos ha crecido de manera impresionante. "Hasta 2005, el mercado de la construcción civil de Brasil contaba con 1,3 millones de trabajadores formales. De 2005 hasta 2010, entraron otros 1,3 millones de trabajadores a ese mercado", destaca.

Preocupaciones del sector

No solamente la falta de mano de obra y el retraso en las obras de los futuros grandes eventos deportivos están preocupando el mercado de la construcción. La crisis económica internacional de 2008-2009 todavía muestra sus efectos en la industria brasileña.

La crisis afectó y todavía afecta las empresas de mayor tamaño de manera más fuerte: un 71% de las grandes empresas sintieron los impactos de la crisis, así como un 56% de las medianas y un 44% de las pequeñas. Con respecto a la industria de la construcción, un 21% de las empresas sienten todavía los efectos remanentes de la crisis.

Pero los efectos de la crisis mundial no son los únicos que vive el sector. Según un sondeo de la industria de la construcción, publicado a finales de noviembre por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), la construcción presentó en octubre el tercer mes consecutivo sin expansión en la actividad.

Aunque el sondeo informa que para los próximos seis meses la expectativa es de expansión, los empresarios no se muestran tan optimistas como a principios de año.

CONSTRUCCIONES VERDES

La preocupación por la sustentabilidad es algo muy presente en este momento en Brasil. Si bien las construcciones verdes representan menos de 5% del mercado inmobiliario brasileño, desde 2007 han experimentado un importante crecimiento. Lo anterior sucedió porque el puntapié inicial de la sustentabilidad en ese sector se dio más fuertemente hace cuatro años, cuando una agencia de un banco, ubicada en Cotia, Sao Paulo, recibió el primer sello Leed del Green Building Council en Brasil (GBC Brasil).

El vicepresidente de la CBIC confirma que las construcciones sustentables están creciendo rápidamente en el país, pero, al mismo tiempo, sostiene que es un proceso lento que está sujeto a algunas etapas. "En Brasil, primero que nada, el desarrollo de las construcciones verdes debe pasar necesariamente por una mejoría del proceso productivo", explica. Agrega que ese tipo de construcciones tienen el objetivo de reducir el impacto al medio ambiente, exigiendo una mejor administración de materiales en la construcción y la mejor utilización de energía, agua, etc, pero ese proceso tiene sus exigencias. Y una de ellas es la mano de obra calificada, algo escaso en este momento en el país.

Entre los sellos utilizados en el país, se destacan el americano Leed, el francés Aqua y los brasileños Selo Azul, del banco Caixa Económica Federal, y el Procel Edifica. Con el objetivo de reducir el consumo de energía y estimular constructoras e inmobiliarias a utilizar las energías alternativas en la construcción, todas las edificaciones brasileñas tendrán que recibir obligatoriamente, a partir de 2014, la Etiqueta Nacional de Conservación de Energía (ENCE) o sencillamente el Sello Procel Edifica. De acuerdo a la Empresa de Pesquisa Energética, una construcción certificada por el sello Procel, puede generar una economía del orden de 30% a 50%.

Hoy, Brasil ocupa el cuarto lugar en el ranking de construcciones sustentables certificadas, con 37 edificios y otros 367 en etapa de certificación. El país está detrás apenas de Estados Unidos, Emiratos Árabes y China.

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