Brasil producirá combustible de aviación sostenible

El Instituto SENAI de Innovación en Energías Renovables (ISI-ER) y la Cooperación Germano-Brasileña para el Desarrollo Sostenible inaugurarán oficialmente el martes (5) en Rio Grande do Norte el Laboratorio de Hidrógeno y Combustibles Avanzados (H2CA), fruto de una asociación entre los dos países.

La infraestructura, que consiste en la primera planta piloto instalada en Brasil para producir combustible de aviación sostenible (SAF), funcionará en el Polo de Innovación y Tecnología (HIT) del SENAI-RN, en la capital, Natal. Ampliará y abrirá nuevos horizontes para la producción y uno de sus principales objetivos será desarrollar un combustible que ayude a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte aéreo brasileño.

“Se trata de una planta piloto industrialmente madura que nos permite pasar de la escala de producción experimental que teníamos hasta entonces a una escala piloto mayor, lo que nos permitirá desarrollar pruebas y nuevos productos en condiciones reales de funcionamiento industrial”, explica Fabiola Correia, investigadora doctora en Ingeniería del Petróleo del Laboratorio de Sostenibilidad del ISI, que coordina el proyecto.

“En octubre de este año esperamos tener la primera muestra del combustible para solicitar la certificación de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) y presentar el producto al mercado”, añade. “Sólo después de la certificación será posible la fase de comercialización”.

El proyecto lleva cerca de 10 años estudiando rutas alternativas de producción de hidrógeno -aquellas que no generan emisiones de carbono en el proceso industrial-, así como combustibles sostenibles. Foto: Cooperación Germano-Brasileña para el Desarrollo Sostenible

Producción de SAF, el combustible de aviación sostenible

La perspectiva con el Laboratorio de Hidrógeno y Combustibles Avanzados que será inaugurado es aumentar la producción de Syncrude, el aceite sintético desarrollado en el Instituto SENAI de Innovación en Energías Renovables para ser transformado en SAF, de 200ml/día a hasta 5 litros/día.

La capacidad de producción del combustible por sí sola se dimensionará mediante estudios y experimentos prácticos en la zona. Los estudios de viabilidad técnica y económica también deberán estimar el precio del combustible para finales de año.

El SAF se obtendrá a partir de la glicerina, un coproducto de la industria del biodiésel con un alto valor energético, pero que actualmente está infrautilizado en Brasil o se exporta a un bajo precio de mercado.

El exceso de oferta del producto y su coste reducido ofrecen la perspectiva de abaratar el nuevo combustible, según el investigador, al tiempo que se añade valor al producto.

“Brasil exporta actualmente glicerina y aún le sobra. Con el proyecto que estamos desarrollando, la idea es utilizarla como materia prima tal como sale de la industria o con pretratamiento, dándole un destino más noble, que agregue valor a través de la producción de combustible, resuelva una importante demanda ambiental y aporte soluciones a la industria”, destaca Fabiola.

La glicerina utilizada para producir SAF se transforma en gas de síntesis a través de la recirculación química, un proceso en el que la materia prima se convierte en una mezcla de hidrógeno renovable (H2V) y monóxido de carbono (CO), los insumos necesarios para obtener el combustible líquido.

El gas de síntesis se envía a un “reactor Fischer-Tropsch”, una vía tecnológica cuya ventaja sobre otras es que permite producir combustibles a partir de un mayor número de materias primas. A partir de ahí se convierte en combustible de aviación sostenible. En la práctica, se convierte en queroseno de aviación sostenible (QAV).