Colombia con indicadores positivos

Cuando uno ve que en un país se construye, cuando observa que se levantan nuevos hoteles y oficinas, modernos centros comerciales, viviendas, carreteras y nuevos caminos, se tiene la sensación de que algo importante está pasando, que el país está avanzando. Este es el caso de Colombia.

El sector de la construcción es uno de los pilares sobre los cuales el presidente Juan Manuel Santos ha querido basar el desarrollo del país cafetero para que éste pueda dar "El Gran Salto", alcanzando, dentro de otras cosas, el millón de viviendas durante su administración. La locomotora de la vivienda está en marcha contribuyendo con la creación de nuevos puestos de trabajo y la aceleración del crecimiento de la economía. De hecho, esta industria vive hoy un muy buen momento y los pronósticos indican que 2011 superaría el peak de producción registrado en 2007.

Según explica Sandra Forero, presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), "las cifras oficiales del Producto Interno Bruto del sector edificador al segundo trimestre de 2011 muestran resultados positivos". De hecho, la tasa de crecimiento anual del segundo trimestre fue de un 8,8%, consolidando así un incremento del 6,3% durante el primer semestre.

Los indicadores confirman el desempeño positivo del sector. En el mercado de vivienda, que representa el 70% del total del área que se construye en el país, se registran cifras positivas. "De acuerdo con nuestro sistema de información, Coordenada Urbana, para las 13 aéreas geográficas cubiertas, entre enero y octubre de 2011 las ventas han crecido un 20%, el inicio de nuevas obras 21%, y se han lanzado un 5% más de unidades de vivienda nuevas al mercado. En tanto, en la actividad no residencial -de acuerdo con la información oficial del censo de edificaciones- en la actualidad se están construyendo 4,4 millones de metros cuadrados (30% del total de la actividad), con una dinámica importante en construcciones comerciales y en el desarrollo de proyectos hoteleros que en los últimos tres años han aumentado en cerca de 30%", detalla Forero.

La participación de sector en el total del PIB del país es del 3%, y el crecimiento registrado para el primer semestre ha estado por encima del crecimiento total de la economía en el mismo periodo (la que alcanzó un 5%), convirtiéndose así en uno de los sectores impulsores de la dinámica económica del país. "Además de los resultados, el aporte que ha hecho el sector en términos de empleo ha sido muy importante. En lo corrido de 2011 se han creado 96.000 nuevos empleos en el sector de edificaciones y obras civiles, cifra que representa 8% del total de nuevos empleos creados en el país".

Según Forero el crecimiento del PIB del sector edificador será del 10% en 2011, y las perspectivas son mejores para este año. "Para 2012 esperamos tener un crecimiento del 13%. Esta tendencia esperada la sustentamos en que la demanda de vivienda siga fortalecida con un aumento en ventas del 10%, y que por el lado de los destinos no habitacionales continúe la positiva dinámica que se viene observando en el las edificaciones para el comercio y la hotelería. Sin embargo, no hay que desconocer los posibles impactos que pueda tener en las economías emergentes el desarrollo de la situación económica europea en 2012", advierte.

INFRAESTRUCTURA

Si bien en general las perspectivas son muy positivas, tampoco se puede olvidar que Colombia no ha sido ajena al atraso en infraestructura que experimentan la mayoría de los países latinoamericanos, de hecho, el rezago existente en infraestructura y la baja calidad de los servicios de transporte y logística ha sido una de las limitantes para el desarrollo del país Colombia y su comercio externo e interno.

No obstante haber aumentado en forma significativa las inversiones en el sector (del 0,73% del PIB en 2004 a 1,63% en 2010), los esfuerzos son todavía inferiores a las tasas para un país de ingreso medio (del 4% al 5 % del PIB).

La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) está consciente de esta realidad y ha desarrollado un documento con diferentes acciones para "encarrilar la infraestructura" durante 2012. Es así como el presidente ejecutivo del gremio, Juan Martín Caicedo Ferrer, plantea la necesidad de propiciar un clima optimista y favorable para la inversión.

Dentro de los puntos expuestos por el dirigente en el documento se encuentra:

- Dar prioridad a la culminación de los contratos de obra pública y de concesiones que vienen de atrás, y que guardan relación con los corredores arteriales que conducen a los puertos.

- Identificar y priorizar los estudios y los diseños de las obras viales e hidráulicas necesarias para superar en los próximos años la vulnerabilidad de la infraestructura nacional frente al cambio climático.

- Permitir la participación extranjera en infraestructura bajo dos supuestos básicos: competencia en igualdad de condiciones con las firmas nacionales en los procesos de licitación, y evitar que algunas empresas extranjeras trasladen al país los problemas de la crisis económica internacional.

- Reglamentar a la mayor brevedad los artículos del Plan Nacional de Desarrollo, que sugieren soluciones para derribar barreras que dificultan la planificación y la cabal realización de los proyectos, tales como la adquisición de predios y la interferencia de las redes de servicios.

- Concretar la reglamentación de la nueva Ley que regula las asociaciones público-privadas y también las iniciativas privadas, a fin de dinamizar la inversión en infraestructura mediante el adecuado uso de éstos mecanismos.

- Definir una política agresiva de mantenimiento vial, basada en tres reglas de oro: asunción de las responsabilidades territoriales a este respecto, búsqueda de recursos especiales para este fin, y utilización de las concesiones y las asociaciones público-privadas para avanzar en este propósito, de indudable prioridad frente al cambio climático.

- Poner en marcha prontamente la nueva Agencia Nacional de Contratación creada a través del decreto 4170 del 2011 y cuya tarea debe centrarse en la necesaria pedagogía sobre las buenas prácticas de contratación en tres frentes esenciales: la maduración de los proyectos, el manejo adecuado de los riesgos, y la adopción de criterios homogéneos y de mercado para la confección de los pliegos licitatorios.