Colombia: obra de emblemático túnel en crisis

Un escenario de crisis y posibilidad de nuevos atrasos ronda el megaproyecto del Túnel La Línea, en Colombia. En construcción desde 2009, el túnel que conectará la capital del departamento de Tolima con el puerto de Buenaventura en el Pacífico, ha costado al país hasta ahora cerca de US$ 310 millones, pero la fecha prometida de entrega – noviembre de este año – no se deberá cumplir.

Esto es lo que garantizó el mismo vice-presidente colombiano, Germán Vargas Lleras, quien ha visitado las obras hace pocas semanas y dijo que aunque los trabajos estuviesen a todo el vapor, faltaría todavía un año y medio de construcción para la entrega final. La autoridad también aclaró que costos adicionales por más de US$ 78 millones deberán suceder hasta que La Línea esté listo para uso.

El proyecto es de gran magnitud. La Línea tendrá 8.651 metros de largo, y es considerado fundamental para facilitar e incrementar exportaciones e importaciones de Colombia por su principal puerto. La obra se divide en tres etapas, siendo que las etapas 2 y 3 tienen más que 90% de avance. El problema mayor estaría en la etapa 1, que hasta ahora tendría no más que un 50% de progreso, pese a que cinco años han pasado desde el inicio de los trabajos.

Como suele pasar, las disputas contractuales son la causa de los problemas en el proyecto. El mandante de la obra, el departamento público Invías, recibió de las firmas interventoras del proyecto un reporte con fecha de marzo de este año diciendo que el consorcio constructor presentaba serios atrasos y que no sería capaz de cumplir con la fecha de entrega, noviembre de 2014.

Invías puso en marcha un procedimiento de caducidad del contrato, pero jamás lo canceló. Sin embargo, autoridades públicas colombianas vienen hablando públicamente sobre una posible cancelación y convocación de una nueva licitación.

El consorcio constructor, comandado por la firma de ingeniería nacional Carlos Collins, niega las acusaciones que habrían dado lugar a la posible caducidad del contrato. Según el ingeniero dueño de la firma que lleva su nombre, no sólo no hay razones para llegar a cancelar el contrato como está demandando el gobierno en tribunales de arbitraje por recibir cargos y acusaciones que dice ser falsas.

Carlos Collins afirma haber puesto todo el dinero que recibió de Invías en la obra, y pone la responsabilidad por los atrasos en el mismo Invías, que habría hecho cambios al contrato original. Además, reclama pagos que el gobierno no le habría girado. El gobierno responde diciendo que el 98% de los recursos contratados están en posesión del consorcio, y que por esto no se justificarían los atrasos de ejecución.

El túnel La Línea deberá reducir en 80 minutos el transporte de cargas entre el interior del país y el puerto de Buenaventura. Hoy en día, el mismo trayecto se hace por la vía Alto de La Línea, que pasa por encima de las montañas de la Cordillera de los Andes y baja hacia el mar. Además del tiempo reducido, el nuevo túnel será una alternativa para los costos de reparación de vehículos y de flete, producto de las condiciones de la vía tradicional.