Compactación

14 June 2016

No importa si se habla de suelo o de asfalto, una mala compactación siempre comprometerá el proyecto

No importa si se habla de suelo o de asfalto, una mala compactación siempre comprometerá el proyecto vial.

Si uno es ingeniero especializado en vías, lo sabe: compactar mal puede ser igual que no compactar.

Quizás esto parezca dramático, pero es real y si vamos a invertir en más vías para desarrollar América Latina, la compactación será un capítulo especial. Este fino arte está tanto en el principio como al final del proceso de construcción de carreteras. No basta con presentarle al gobierno o al concesionario un pavimento bien acabado si no se lograron los grados de compactación de la sub base. Tampoco basta tener la sub base correctamente condensada si el asfaltado superior presenta rugosidades o no quedó bien sellado.

Promover las tecnologías y buenas prácticas -como en cualquier sector de la industria de la construcción- es crucial al hablar de compactación. Es así que la Asociación Brasileña de Tecnología de Construcción y Minería (Sobratema) dedicó a la compactación un seminario de capacitación para empresarios e ingenieros contratistas del país en abril. Una excelente iniciativa que debiera ser reproducida en los demás países latinoamericanos, con el ánimo de estimular a construir mejor, lo que finalmente presupone un mejor servicio a la sociedad.

Allí se presentó lo último en materia de tecnologías viales de compactación. Ammann, Atlas Copco, Bomag, Caterpillar, Hamm, Volvo y XCMG ofrecieron interesantes charlas en el seminario, y enseñaron muchos detalles a los participantes.

Nivel de especialista

Básicamente, la compactación se hace para aumentar la capacidad de carga del suelo, agregarle más estabilidad y eliminar humedad proveyendo impermeabilidad, uniformidad y resistencia. Esto es de conocimiento casi general. Lo específico de especialistas, y que merece compartirse por medios que contribuyen con el mejoramiento técnico del sector, va mucho más lejos.

Por ejemplo, las empresas y operadores deben saber que hay dos principales tipos de compactación, la estática y la vibratoria. En la primera, los tambores o neumáticos trabajan sin desplazamiento de su eje excéntrico. O sea, ejercen presión por el peso del tambor o presión de los neumáticos.

La compactación vibratoria mueve el tambor en relación a su eje excéntrico, de modo que la presión sobre el suelo o asfalto se ejerce por el peso del tambor más la energía del impacto de las vibraciones. Esto viene a abrir otro capítulo técnico, porque la oscilación del tambor genera dos variables físicas a considerar, que son la amplitud y la frecuencia. La amplitud es la distancia alcanzada por el tambor en relación al pavimento en cada vibración, mientras que la frecuencia es el tiempo de repetición de estas oscilaciones.

Siempre que el tambor está programado para trabajar en alta amplitud, promoverá alto impacto y ejercerá presión más profunda sobre el suelo o pavimento. Por el contrario, en baja amplitud la compactación tendrá menor impacto y por consecuencia menor profundidad de presión.

Esto no significa que un método sea siempre mejor que el otro. Todo lo contrario, si uno quiere generar ahorros de combustible en su operación, deberá siempre encontrar las configuraciones de equipo adecuadas al servicio en cuestión.

Es así que, por ejemplo, una oscilación de tambor de alta amplitud (mucho impacto) y alta frecuencia se indica para la compactación de suelos en proyectos de carreteras y autopistas. Las mismas carreteras y autopistas pueden requerir, si ya están en fase de terminación del asfaltado, una compactación de baja amplitud (poco impacto) con alta frecuencia. En áreas urbanas, sin embargo, la pavimentación deberá siempre configurarse con una baja amplitud (por las estructuras subterráneas que suelen pasar por debajo de las calles) y baja frecuencia (para que la vibración no afecte edificios vecinos).

Esta es nada más que una muestra de las muchas especificaciones técnicas que pueden cambiar para bien o para mal un servicio de compactación. Obviamente, las compañías fabricantes y proveedoras de estas máquinas son los mayores conocedores, y se preocupan de llevar siempre más lejos las posibilidades de sus productos.

Impacto profundo

En el seminario de Sobratema, en Brasil, las empresas participantes mostraron un poco de su oferta, toda marcada por tecnologías avanzadas que tratan de ofrecer mejoramientos en todos estos aspectos.

La francesa Bomag, por ejemplo, tiene una solución interesante para suelos rocosos no cohesivos, que demandan de una compactación muy profunda. Se trata de su rodillo con tambor poligonal. Las patas de dicho tambor son en forma de puntas de triángulos, que ejercen alternadamente su presión sobre el suelo. Esto promueve lo que Bomag bautizó como Deep Impact (impacto profundo).

La empresa afirma que el impacto de su rodillo poligonal es tal que incluso serviría para triturar rocas naturales con vistas a convertir suelos rocosos, que nunca podrían haber recibido pavimentación, en potenciales vías, dependiendo de futuras compactaciones luego del rodillo poligonal. Bomag ofrece los modelos BW 213 DI-41 y BW 226 DI-41 con esta tecnología.

La sueca Atlas Copco tiene en su portafolio un compactador de suelos también con un importante factor de impacto. Se trata del Dynapac CT3000, uno que tiene patas especialmente proyectadas para individualizar más el impacto. Con cuatro ruedas con patas en formato de punta, el equipo logra velocidades de hasta 20 kilómetros por hora, lo que de acuerdo con Atlas Copco se suma al formato de las patas para generar el fuerte impacto.

Es así que según la compañía el Dynapac CT3000 es ideal para construcción de presas de agua para hidroeléctricas, aeropuertos y carreteras, o sea, proyectos que demandan mucha estabilidad por las pesadas cargas que soportan.

Electrónica

La compactación no queda afuera del mundo digital. Es así que los sistemas de control de temperatura, amplitud y frecuencia se vienen haciendo más comunes.

Caterpillar, por ejemplo, provee en sus rodillos el sistema Pavecool, que informa al operador la curva de temperatura de la mezcla asfáltica y determina los momentos de comienzo y terminación de la pavimentación. Estas informaciones son obtenidas por sensores instalados en los rodillos de la marca.

Hamm, marca de compactación de la alemana Wirtgen, también tiene un software de control, que se llama HCQ (Hamm Compaction Quality). Con este sistema, se visualizan los datos obtenidos en la misma operación, medidos por los sensores. Por otra parte, el sistema Hammtronic responde a estas informaciones ejerciendo sobre el equipo una gestión del motor, control de dirección, sistema anti resbalamiento, frecuencia y otros comandos.

Por su parte Ammann, con su sistema ACE (Ammann Compaction Expert) monitorea las capacidades de soporte de carga posibles del material aplicado. Para responder a esta información, el ACE parametriza automáticamente la frecuencia y amplitud de acuerdo a la demanda del material.

La china XCMG también apuesta por esta tendencia, y ahora agrega en sus modelos de rodillo compactador un sistema de telemetría que es capaz de gestionar los datos mecánicos del equipo en funcionamiento, entregando también datos de frecuencia y amplitud, velocidad de operación, número de pasadas y otras informaciones.

No hay que descuidarse. Por las vías pasan vidas. Hacerlas bien es cuidar de la seguridad de todos.

Volvo desarrolla seminarios de compactación

Entre fines de mayo y principios de junio, Volvo Construction Equipment Latin America realizó un nuevo seminario en su Road Institute, en su sede de Curitiba, Brasil.

En esta ocasión, el seminario se dedicó al tema de las técnicas de operación y aplicación de rodillos compactadores. Entre los puntos observados en esta capacitación estaban los principales tipos de equipo, sus características, las mejores técnicas de operación y transporte, y todo lo necesario para realizar las tareas de compactación de suelo o asfalto con el mejor desempeño.

El diferencial, en tanto, es que los instructores de Volvo entregan también un poco de su práctica y experiencia profesional en la compactación. El Road Institute, inaugurado hace dos años en Curitiba, tiene pistas para ensayos con los equipos de la marca, lo que es un gran diferencial para operadores novatos o candidatos a la profesión.

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