Competencias de Volvo
26 January 2016
En regiones del mundo donde los estándares educacionales no son los más altos, como lamentablemente es el caso de América Latina, los desconocimientos y fallas de formación afectan a todos los niveles de vida. Profesionalmente, el promedio de efectividad suele ser más bajo lo que impacta profundamente en la productividad de las empresas y finalmente compromete la capacidad de generación de riquezas. El problema no es menor.
En el caso de la industria de la construcción, es generalizado el reclamo por mejores estándares de calificación de los trabajadores para operar equipos tan caros y complejos. En todos los países se dice que es escasa la mano de obra bien calificada para el uso eficiente de los equipos aprovechando al máximo sus prestaciones.
Eso es todo lo contrario de lo que defiende Volvo Construction Equipment Latin America, empresa que en 2010 partió con una iniciativa de entrenamiento y capacitación que, por su carácter innovador e integral, dio el molde de lo que hoy en día es la política de entrenamiento Volvo CE en todo el mundo.
Basada en Curitiba, al sur de Brasil, hasta 2010 Volvo CE Latin America traía a su sede de entrenamiento personas de toda América Latina. Una nueva política organizacional creada este año incorporó a toda la red de distribución regional en la tarea, que hoy en día entiende el entrenamiento como parte de su negocio.
Competencias
La clave metodológica para este cambio fue comprender que no era suficiente entrenar, era necesario desarrollar competencias.
“La idea era hacer del entrenamiento un negocio para el distribuidor, no sólo un gasto. Queremos que el distribuidor pueda entrenar su cuerpo técnico y vender las actividades de entrenamiento y mantenimiento. Lo fundamental es acercarse al cliente y entrenar su mano de obra, pero eso tiene que ser un negocio para el distribuidor”, dice Luiz Vieira, manager de desarrollo de competencias de Volvo CE.
El nuevo sistema iniciado preveía la conversión de los distribuidores en Centros de Desarrollo de Competencias (CDC). A diferencia de lo que había antes, el CDC debería ser plenamente capaz de ofrecer entrenamiento técnico, de aplicación de equipo y comercial. Con esto, la red pasó a funcionar como una extensión de la misma Volvo CE, garantizando al cliente final que los técnicos e ingenieros de su distribuidor le brinden un servicio similar al de la fábrica en Curitiba.
Para esto, los distribuidores reciben la capacitación en Curitiba y la replican en sus sedes. El sistema ya ha traído muchos resultados. Hoy Volvo tiene diez CDC en la región, siete de ellos en Brasil (Tracbel, Linck y Motiva), uno en Argentina (Escandinavia del Plata), uno en Chile (SKC) y uno en Colombia (Chaneme). “Existen planes para abrir CDC en México y Panamá, pero todavía se están estructurando”, dice Vieira.
Estos distribuidores tienen la posibilidad de multiplicar los entrenamientos, bajo la orientación y control de Volvo, a los países cercanos. La integración regional de las actividades elevó el número máximo de horas de entrenamiento ofrecidas por Volvo en América Latina de 20.000 a un máximo de 90.000 horas.
Es así que de a poco Volvo CE viene armando una red que posibilita que toda la industria latinoamericana de la construcción supere el gran obstáculo de la mano de obra poco calificada.
Fundamental para este objetivo ha sido el hecho que la marca como parte de su estrategia ha invertido fuerte en simuladores. “Hoy tenemos 35 simuladores Volvo en América Latina. El 60% de ellos están con distribuidores, y los demás están en manos de clientes finales de Brasil y Chile. Las constructoras los utilizan para entrenar sus operadores no sólo en máquinas Volvo. Claro, nuestro simulador es customizado, pero en general las habilidades entrenadas se aplican a otros modelos del equipo”, afirma Luiz Vieira.
Además de las prácticas de simulación de operación y los varios programas de entrenamiento en motores, sistemas hidráulicos, sistemas eléctricos y mantenimientos básicos, el programa también ofrece el entrenamiento Eco Operator, para técnicos avanzados. Con este programa, los operadores de maquinaria pueden especializarse a tal nivel que sabrán cómo utilizar la potencia exacta para cada aplicación, jamás gastando más combustible que el necesario.
Por lo mismo se percibe que la iniciativa de Volvo tiene un componente de contribución a la mejora de los estándares profesionales de toda la industria.
Road Institute
La apertura de su Road Institute, en 2014, también forma parte de la iniciativa educacional de Volvo CE. Desde ese año, toda un área de la sede fabril de Curitiba se reservó para recibir entrenamiento en equipos viales.
Allí se concentran los seminarios en vibroacabadoras y rodillos compactadores de suelo y asfalto. De acuerdo con el presidente de Volvo CE Latin America, Afrânio Chueire, “queremos que el Road Institute sea un nuevo foro de discusión sobre la construcción vial y el contexto vial de Brasil”.
El ejecutivo dice que a través de esta parte de su programa de formación se desea intervenir positivamente en las concesiones viales y aeroportuarias de Brasil y para lograrlo, la intención es usarlo para ir más allá en la relación con los distribuidores y clientes.
“Creamos relación con la comunidad. Recibimos con frecuencia grupos de estudiantes de ingeniería para presentar técnicas de pavimentación y casos de interés. Queremos que ellos sepan qué es Volvo CE desde sus años de estudio”, afirma.
Finalmente Afrânio Chueire reafirma la importancia de todas las iniciativas de educación de la industria, señalando que se trata de una estrategia de generación de valor para el cliente.
“Queremos trasmitir a la industria que el negocio no es solamente vender o alquilar máquinas. Ellos tienen que conocer el equipo que adquieren. Aunque sea un equipo de movimiento de tierra, digámoslo así, en realidad se trata de un activo del negocio. Nuestros clientes ven el equipo como algo que debe generarle riqueza. Y para eso no basta comprar y ponerse a trabajar. Por eso hay que explicar cómo obtener lo mejor en términos de ahorro de combustible, el valor total del equipo al final de su ciclo de vida, la asistencia técnica con que puede contar. Mientras más complejas las aplicaciones del equipo, más importancia tienen estos factores”.
Este mensaje Volvo enviado a la industria a través de sus programas de entrenamiento, es llevado al cliente final con la colaboración de la red de distribución. “Nuestro objetivo es imprimir la percepción de marca en nuestros clientes, la calidad con que hacemos las cosas. Hacer las cosas siempre bien hechas y proporcionar al cliente la mejor experiencia que él tenga con una marca”, dice el presidente de Volvo CE.