Construcción de canal interoceánico deja Nicaragua dividida

Muchos son los motivos que tienen al país centroamericano dividido por el tema del contrato de Nicaragua con una empresa china para construir una vía acuática transoceánica de US$ 40 mil millones, que, a principio competirá con el Canal de Panamá. El primero es que no se hizo una licitación pública para escoger la empresa que se quedaría con la obra. Además el hecho de que el acuerdo haya sido aprobado por el Congreso en menos de 48 horas, dejó a muchos pensativos.

También hay dudas respecto al empresario chino, Wang Jing, dueño de la compañía Hong Kong Nicaragua Canal Development Investment Co. (HKND), que es ahora responsable por la construcción del canal y su mantenimiento durante otros 50 años, lo que podría llegar a um total de 100 años. Ya se comenta en algunos medios de comunicación que el empresario no tiene experiencia en la construcción de canales y que su empresa fue constituida en un lapso de tres semanas y con un capital de US$64.000.

Opositores al gobierno insisten que la concesión es "inconstitucional, fraudulenta y lesiva a los intereses de Nicaragua". También acusaron al presidente Daniel Ortega de "vender la soberanía nacional". Los empresarios y los ecologistas, por su parte, alegan que sus opiniones no se tomaron en cuenta.

En tanto, el oficialismo sigue considerando el proyecto como "la gran solución para sacar al país de la pobreza", ya que según informa el gobierno, la construcción del canal tardaría diez años y, en los primeros cinco, generaría dos millones de empleos y un 15 por ciento de crecimiento económico.

La gigantesca obra, cuya inversión implica cuatro veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua, incluirá un canal húmedo, un ferrocarril, dos puertos, un aeropuerto y un oleoducto, y hay quien dude todavía con que el país cuente con la mano de obra calificada que el proyecto requiere.