Desacelerado, pero optimista

17 December 2013

DEC13 CLA Feature Foco Brasil

DEC13 CLA Feature Foco Brasil

Aquella ilusión de que Brasil estaría entre los países emergentes que presentarían las más altas tasas de crecimiento en esta década al parecer no tiene mucho futuro, principalmente al ver las estadísticas publicadas en los últimos meses por algunos organismos internacionales.

La Unión Europea (UE) anunció un empeoramiento de las proyecciones para el crecimiento de la economía brasileña respecto a 2013. Según señala el Informe de Proyecciones de la Comisión Europea, publicado a inicios de noviembre con los valores estimados por autoridades del continente para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el brasileño podría experimentar una caída en el porcentaje anunciado hace poco más de seis meses, pasando del original de 3% al 2,2%. Ese porcentaje es considerado como uno de los peores entre los países y regiones emergentes, ya que el mismo organismo estima que China registrará un 7,5%, India un 2,9%, y América Latina un 2,6%. Brasil sólo está mejor que Rusia (1,9%) y México (1,3%), según las proyecciones del informe.

Otros que no ven un buen panorama para la economía brasileña son el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El primero proyecta, para este año, un crecimiento de 3,5%, un 0,75 punto porcentual por debajo de lo estimado en años recientes. Por su parte, la segunda, que en un informe anterior había señalado un crecimiento del PIB de 2,9%, apunta ahora a un crecimiento del orden de 2,5%.

Para 2014, el panorama no mejora mucho. Hace seis meses la previsión de la UE del crecimiento de la economía brasileña era de 3,6%. Pero ahora el organismo anunció una baja de esa cifra, alcanzando un 2,5%, muy distinta a lo que el organismo estima para países como China (7,4%), India (4%), México (3,1%) y Rusia (3%). Para Latinoamérica, la proyección de la UE es de 3,1%.

La OCDE, por otro lado, defiende un crecimiento aún menor para la economía brasileña en 2014: 2,2%.

Con un panorama tan poco alentador para este y el próximo año, algunos decidieron mirar más adelante y arriesgaron incluso proyecciones para 2015. La Comisión Europea proyecta una cifra de 3,1%, la mejor desde 2010, cuando el PIB brasileño registró un crecimiento de 7,5%.

Inversiones

Con un panorama económico que sólo parece mostrar mejores resultados en 2015, según los mismos organismos internacionales mencionados, muchos se deben estar preguntando ¿cómo queda la cuestión de las inversiones en infraestructura para los próximos años? En realidad, al parecer el sector se vislumbra con un futuro más alentador.

El Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) dio a conocer a finales de octubre en un informe, las perspectivas de inversiones en Brasil para el período 2014-2017. El documento consideró proyectos y planes estratégicos de inversiones de empresas, no restringido a los que cuentan con el apoyo del Banco sino también considera inversiones que se realizarán a través de Asociaciones Público-Privadas (APP), contempladas por el Programa de Inversiones en Logística (PIL).

El documento publicado señala que se espera un crecimiento real de 26% en comparación al cuatrienio 2009-2012 en los 17 sectores considerados para el cálculo, que aparecen divididos entre Industria (petróleo y gas, extracción mineral, automotriz, papel y celulosa, química, siderurgia, electrónica, complejo industrial de salud, aeronáutica y demás industrias), Infraestructura (energía eléctrica, telecomunicaciones, saneamiento, transporte vial, ferrovías, puertos y aeropuertos), Residencial, Agricultura y Servicios.

A partir de ese informe, en lo que respecta a la parte de infraestructura en general, incluyendo lo residencial, de 2014 a 2017 se podrían esperar inversiones en el país del orden de R$1,377 billones de reales (aproximadamente US$594 billones), una variación positiva de 23,1% respecto al cuatrienio anterior (2009-2012). Los sectores con mayor variación de inversiones entre ambos períodos, están vinculados al tema de la logística: puertos y ferrovías, que alcanzarán niveles de inversión del orden de R$34.000 millones (aproximadamente US$14.669 millones) y R$59.000 millones (cerca de US$25.455 millones), respectivamente.

Por otro lado, la Asociación Brasileña de Tecnología para la Construcción y Minería (Sobratema) anunció, en la segunda mitad de noviembre, que para el período de 2013 a 2018 se esperan inversiones de R$1,19 billones en 8.300 obras de infraestructura de los ámbitos municipales, estaduales y federales. Dentro de los ocho sectores incluidos en el estudio (petróleo y gas, transporte, energía, saneamiento, industria, infraestructura de vivienda, infraestructura deportiva y otros), el de transportes es el que presenta las mayores cifras: R$369.600 millones (US$159.458 millones) hasta 2018. En seguida aparecen petróleo y gas, con R$346.600 millones (US$149.535 millones), y en tercer lugar el sector energético, con RS$196.100 millones (US$84.604 millones). El mayor desafío que destaca el estudio está en lo que respecta al sector de saneamiento básico, servicio al cual tiene acceso apenas menos de la mitad de la población del país.

Más lento

Al parecer, el sector brasileño de la construcción continúa viviendo una desaceleración en 2013. Según la Fundación Getulio Vargas (FGV) de Brasil, que dio a conocer informaciones preliminares en noviembre, el PIB sectorial de la construcción en 2013 debe alcanzar un crecimiento de 2%, número inferior al PIB nacional. El principal factor de aporte a ese crecimiento, según la entidad, sería el gasto de las familias, principalmente en remodelaciones. Para 2014, la FGV defiende un PIB del sector de 3%, pero sostiene que hasta finales del presente año, todas las cifras podrían sufrir alteraciones luego de su revisión.

Los problemas que están contribuyendo a esa desaceleración serían la dificultad del gobierno en destrabar los incentivos para la infraestructura (el programa de concesiones pensado para ser llevado a cabo durante 2013 aún no alcanzó el ritmo esperado) y las fuertes caídas que presentó el mercado inmobiliario en algunos estados, como Minas Gerais y Brasilia.

La FGV también anuncia que el nuevo ciclo del sector inmobiliario todavía no agarró fuerza, hecho que se espera pase en el segundo semestre de 2014. Para el primer semestre se espera una recuperación de las obras de infraestructura.

En cuanto a la industria de materiales de terminaciones, la FVG apunta para este año a una facturación 7,1% mayor que la de 2012. Para el próximo, espera un crecimiento del 7%.

Para la industria del cemento, los llamados materiales de base, los crecimientos esperados son de 2,8% para este año y de 5% para 2014.

Análisis y evolución

“En 2013, el mercado de la construcción quedó algo estancado. Todo porque estamos viviendo un momento de transición”, afirma Carlos Namur, vicepresidente de Galvão Engenharia, responsable por la división de infraestructura. Menciona que el sector está pasando de un modelo arcaico de contrataciones de obra a uno nuevo. “Antes eran puros proyectos del gobierno, desactualizados y básicos, donde luego que uno empezaba la obra se daba cuenta que el proyecto necesitaba tener modificaciones y era necesario cambiar la planilla. Luego venían los órganos fiscalizadores justamente porque aparecían informaciones que no estaban en el proyecto y paralizaban las obras. O sea, una serie de trabas que todavía existen, pero ahora estamos en ese proceso de transición, pasando de una forma de contratación antigua para una nueva”, asegura. Explica que ese fue justamente uno de los motivos que causó la paralización de la construcción en el país este año. “Definitivamente, fue muy poco lo que se concretó en 2013. Lo importante sólo provino vía APPs (Asociaciones Público-Privadas) y EPC (Enginnering, Procurement and Construction), que incluyen nuevas formas de contratación”, afirma.

Aunque 2013 no haya sido de los mejores, Namur demuestra optimismo sobre algunos de los segmentos que, considera, tendrán ‘resultados exitosos’ en 2013. “En lo que respecta a aeropuertos y carreteras, creo que se verán grandes resultados al final de 2013, ya que el gobierno está más atento a las cuestiones que el empresariado viene levantando. Ese canal de dialogo está funcionando mejor”, cuenta.

Respecto a 2014, el vice-presidente de Galvão Engenharia apuesta por un fuerte desarrollo en lo que respecta a carreteras y ferrovías en un ámbito federal. En lo estadual, pone las fichas en los proyecto vía APP. “El poder público está comenzando a entender que él, sólo, no puede viabilizar toda la infraestructura que el país necesita. Se está dando cuenta que no puede viabilizar todo eso en el corto plazo”, asegura.

Por otro lado, Giani Pfister, superintendente de la brasileña Construcap, también habla con cautela sobre el año que termina. “Hay que entender todavía si lo que el país vivió este año fue una crisis política o si fue por la crisis mundial. Con lo de la crisis europea, puedo decir que sentimos de verdad una falta de inversión, hubo realmente un receso en el mercado”, cuenta.

Asimismo destaca que el país ha crecido mucho en los últimos años, principalmente en lo que respecta al sector de la construcción siendo la demanda uno de los responsables por ese desarrollo de la industria en el país. “Nunca la ingeniería pasó por un momento tan bueno como este, aunque estemos viviendo un periodo más estable”, asegura.

Giani afirma que en Brasil existe una demanda positiva de proyectos, aunque ahora esté menos activa que en otros momentos, pero igual defiende que para el próximo año vendrá una innovación tecnológica muy grande. “Creo que además habrá una fuerte tendencia por tener construcciones cada vez más industrializadas, porque sentiremos cada vez más la escasez de mano de obra”, explica.

No obstante lo anterior, tanto la superintendente de Construcap como el vice-presidente de Galvão Engenharia, se muestran muy positivos respecto del futuro de la construcción en el gigante sudamericano. “Si el gobierno realmente cumple con la inversión en infraestructura que promete para los próximos años, en términos de logística, puertos y aeropuertos, sumado al aporte de tecnología que viene de la entrada de extranjeros al país, creo que vamos a tener un crecimiento en la construcción de 30 años en diez”, finaliza.

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Cristian Peters
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