El papel cada vez más importante de la mujer en la construcción

Según la ONG Corporate Women Directors International, las mujeres ocupan actualmente el 20,2% de todos los puestos directivos en los consejos de administración de las 200 mayores empresas del mundo. (Foto: AdobeStock / Sasint)

El año 2023 está a punto de llegar y la idea general es que hemos encontrado la evolución y el equilibrio en nuestras relaciones y nuestra vida cotidiana. Esto se traduce en la vida en sociedad, equilibrio e igualdad.

Pero las cifras no mienten: según la ONG Corporate Women Directors International, las mujeres ocupan actualmente el 20,2% de todos los puestos directivos en los consejos de administración de las 200 mayores empresas del mundo -las Fortune Global 200- y el 17,6% de los puestos de director ejecutivo en estas mismas empresas.

Si nos fijamos en el sector de la construcción, históricamente asociado al mundo masculino, las mujeres representan menos del 10% de la mano de obra.

Aquí, según una encuesta realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), hay más de 200.000 mujeres trabajando en el sector de la construcción.

Tengamos en cuenta que esta proporción creció un 120% entre 2007 y 2018. Están surgiendo mujeres dispuestas a romper paradigmas, que repelen prejuicios y que están derribando tabúes y mitos relacionados con la obra.

“Las mujeres en la construcción representan un paso adelante en términos de igualdad de género, inclusión social y diversidad de talento. Demuestran competencias y habilidades importantes para el sector, como: ojo crítico y detallista, enfoque y compromiso, liderazgo y trabajo en equipo, resiliencia y persistencia”, afirma Magda Guedes, Psicóloga, Postgraduada en Psicología Jurídica, con especializaciones en Evaluación Psicológica, Análisis Grafotécnico y Recursos Humanos. Más de 35 años como gestora y consultora de RRHH en diversos sectores.

Las mujeres son más eficaces que los hombres en puestos directivos. La conclusión procede de una encuesta de Leadership Circle, organización estadounidense centrada en el desarrollo de líderes, basada en una evaluación de más de 84.000 directivos de todo el mundo. Otro informe, esta vez de la plataforma Conference Board, indica que las empresas con al menos un 30% de puestos directivos ocupados por mujeres tienden a tener mejores resultados financieros, datos confirmados por McKinsey & Company, que señala que las empresas con mayor diversidad de género en el liderazgo tienen un 15% más de rentabilidad sobre el capital invertido.

Regina Sardanha, consejera delegada del Grupo Linear.

Esto se debe a que, teniendo en cuenta sus experiencias históricas, las mujeres tienden a ser más colaboradoras, empáticas y orientadas a los resultados, lo que acaba reflejándose en su rendimiento en el entorno corporativo. Así, los estudios confirman hasta qué punto la presencia de mujeres al frente de las empresas está superando la barrera de la representatividad y reforzándose como estrategia de continuidad empresarial. En Brasil, las mujeres ocupan sólo el 39% de los cargos de liderazgo, una realidad que necesita ser revisada, teniendo en cuenta el potencial emprendedor de las mujeres.

El Grupo Linear está entre las corporaciones que integran este porcentaje.

La empresa, que se fundó en 2009 para satisfacer una demanda de puntos de venta que hasta entonces no existía en Brasil, ha tenido a la misma mujer como consejera delegada desde su fundación. El enfoque de Regina Sardanha para dirigir la empresa es global, inclusivo y cumple las expectativas de los cuatro accionistas del grupo, todas ellas mujeres. “Nuestra empresa se encuentra en un entorno mayoritariamente masculino y eso en sí mismo es un obstáculo adicional para la consolidación del mercado. Hoy tenemos un nombre reconocido en el sector de la construcción, pero se consiguió con mucho esfuerzo e igualdad de trabajo en lo que se refiere al rendimiento de género”, afirma la directora general.

El Grupo Linear cuenta actualmente con más de un 55% de mujeres en su plantilla, algo inusual en una empresa del sector de la construcción. Además de Regina y los accionistas, la organización cuenta con mujeres en otros seis puestos de coordinación en las áreas de personal y cultura, comercial, exportación y comercio electrónico, marketing y control. Todas ellas empezaron en la empresa desempeñando otras funciones y fueron creciendo profesionalmente hasta ocupar sus puestos actuales.

Tatiane Train ha seguido la misma trayectoria profesional dentro de la empresa. Empezó en recepción, ascendió a marketing y ahora forma parte del equipo de desarrollo de productos, un área en la que puede utilizar todos los conocimientos de su licenciatura en Diseño de Productos. “Nada más incorporarme a la empresa me recomendaron cursos que contribuirían a mi crecimiento profesional. A lo largo de mi carrera, el Grupo Linear me ha ofrecido oportunidades de crecimiento y el respaldo de directivos éticos y muy profesionales. Es muy gratificante que valoren mi trabajo”, afirma.

Juliana Muller también forma parte del equipo de mujeres que han tenido la oportunidad de alcanzar nuevas cotas dentro de la empresa. Incluso fue gracias a la empresa que retomó sus estudios. “Cuando me ofrecieron un puesto en el departamento de contabilidad, sentí la necesidad de volver a estudiar, sobre todo porque era un área que no dominaba. Llevo nueve años en la empresa y sé que aquí se me percibe y reconoce por el servicio que presto”, afirma.

Ana Carolina Moraes, socia de Paulo Moraes Advocacia.

Estudios como los citados indican que las empresas con mayor diversidad de género son vistas como más innovadoras, integradoras y socialmente responsables. Esto puede contribuir a atraer y retener talentos, y también influir positivamente en el desarrollo de nuevos productos y servicios.

“A través de nuestra experiencia, nos damos cuenta de que toda esta participación femenina en la empresa marca una gran diferencia en el rendimiento que venimos obteniendo allí donde trabajamos. Y esto está lejos de ser una disputa de género o de fuerza. El Grupo Linear siempre ha defendido la diversidad como un agregador de conocimiento y valor para el crecimiento mutuo. Por eso seguimos invirtiendo en formación y proporcionando todo el apoyo social que merece cualquier empleado, especialmente las mujeres, que inevitablemente desempeñan múltiples tareas además de las profesionales”, subraya Regina.

La presencia de mujeres se suma a una nueva mentalidad y propuestas de igualdad de género, y los grandes fabricantes de equipos, los gigantes de la industria, las start-ups, las fintech y las agencias buscan cada vez más ponerlo en valor.

Ellas mandan

En todo Brasil tenemos mujeres poderosas al frente de grandes empresas que han ganado prestigio y reconocimiento por su mezcla alineada, inatacable y homogénea de entrega, dedicación y mano firme.

Las cifras lo avalan: en los últimos diez años, el Ministerio de Trabajo y Empleo estima que la absorción de mujeres por el mercado de la construcción ha crecido casi un 50%. Cada una de estas mujeres ha superado la hostilidad, el acoso y los tabúes y ha dejado claro que las mujeres son un buen partido para las obras de construcción.

Bia Ker, fundadora y presidenta de ONG Mujeres en la Construcción

“Mi carrera me ha enseñado que la resistencia y la determinación pueden superar muchos obstáculos. Recomendaría a otras mujeres que se inspiraran en este movimiento por la igualdad y la diversidad y que encontraran apoyo en sus comunidades.

También recomendaría buscar mentores que puedan ofrecer orientación y apoyo a lo largo del camino. Creo que juntos podemos crear un entorno más inclusivo y equitativo para todos”, afirma Ana Carolina Moraes, socia de Paulo Moraes Advocacia, un bufete de abogados especializado en causas de mujeres trabajistas y con muchas empresas constructoras como clientes.

“La creciente visibilidad y apoyo a las mujeres empresarias, así como a la comunidad LGBTQ+, debe continuar. También debemos creer en sus capacidades, promover la inclusión y apoyar a otras mujeres del sector “, añade la abogada.

Las mujeres son meticulosas, buenas observadoras, decididas, trabajadoras y, en su mayoría, perfeccionistas. Están consolidando su posición en el sector de la construcción y esto tiene una explicación: dominan una serie de habilidades que pueden ser muy útiles para hacer más fértiles las empresas y cualificar sus resultados.

“La mayoría de los inversores son grupos formados por hombres y esto puede suponer un reto para las empresarias. El enfoque que adopté fue centrarme en los aspectos sólidos de mi negocio, mis conocimientos y mi pasión por lo que hago. También intenté crear redes y asociaciones con organizaciones que apoyan el espíritu empresarial femenino, como Ibradim (Instituto Brasileño de Derecho Inmobiliario). Mi compromiso con el éxito fue fundamental para conquistar a los inversores, independientemente de su sexo”, afirma Flávia Paulo Oliveira, socia fundadora del bufete Paulo Moraes Advocacia, que, además de prestar especial atención a las causas de las mujeres, cuenta con grandes constructoras en su lista de clientes.

Desde 2006, la ONG Mujeres en la Construcción busca dar autonomía, ciudadanía y empoderamiento a mujeres en situación de vulnerabilidad y violencia doméstica.

En un mercado dominado por los hombres, forman a mujeres, luchando por reducir la desigualdad y fomentando la diversidad de género. En un escenario en el que 3 millones de mujeres en Brasil viven en condiciones de pobreza y violencia doméstica, estas iniciativas vienen muy bien.

“¿Quién ha dicho que una mujer no puede construir muros, mezclar cemento, trepar por andamios y labrarse un futuro mejor? Nadie me dijo eso. Al contrario, siempre oí decir a mi madre, doña Diva, que una mujer tiene que ser independiente y trabajadora, sin dejar de ser compañera del hombre. En casa, junto con tres hermanos y tres hermanas, aprendí que no existe tal cosa como un hombre o una mujer. Todos pueden y deben luchar por su felicidad, preferiblemente juntos, sin disputas ni competencia”, afirma Bia Ker, fundadora y presidenta de la ONG.

Deisy Alves, Supervisora Regional de Ventas de Manitou.

Para ella, las mujeres son hábiles y pueden ofrecer más conocimientos técnicos y atención al detalle, por lo que merecen ser valoradas en los procesos de selección de las empresas: “Creo que tener diversidad de género en la formación de los equipos de trabajo es muy enriquecedor, ya que reúne diferentes puntos de vista, diversas habilidades, talentos y estilos de liderazgo. Creo que, en general, las mujeres suelen ser buenas conciliadoras y agregadoras en el trabajo en equipo”, subraya.

Los retos siguen siendo enormes: el género femenino sigue luchando con la contratación, la selección, la promoción, la igualdad salarial y la retención en las empresas.

Se ha constatado que, entre las mujeres, las jóvenes, las menos experimentadas y las madres son las que más obstáculos encuentran en el mercado laboral.

Existen innumerables adversarios, como los prejuicios, la discriminación, los desplazamientos, los viajes por motivos de trabajo, el estado civil, tener hijos y el miedo a la reacción de otros empleados al ser contratada, todos ellos identificados como obstáculos importantes que aún deben abordarse.

La representatividad actúa como inspiración para que otros sueñen y conviertan cada piedra en el camino en un paso más hacia la construcción de una carrera de éxito en el sector.

“Aunque la construcción ha sido históricamente un mercado dominado por los hombres, la conciencia de la igualdad de género está creciendo en todos los mercados, incluyendo no sólo la construcción, sino también la agricultura, la minería y la industria (que son los mercados en los que opera Manitou). Esta es una lucha de las mujeres que rompieron muchas barreras antes de mi generación y abrieron estas puertas para mí y para tantas hoy”, dice Deisy Alves, Supervisora Regional de Ventas de Manitou.

Sigue habiendo retos para promover la igualdad, y es esencial acabar con estos estereotipos. Con el tiempo, las mujeres han llevado la bandera y han ganado un terreno importante cada década.

“Siempre oigo decir ‘abrimos este puesto/oportunidad y pensamos en un hombre’, pero cuando tenemos una relación con el mercado y técnicamente somos suficientes, a veces oigo lo contrario: ‘No podría haber sido mejor si no lo hubiera pensado una cabeza femenina’”, añade.

El mercado ofrece oportunidades para todos, independientemente del sexo, y es promoviéndonos con excelencia en el rendimiento como hoy somos muchas en todos los mercados, no sólo vistas como mujeres, sino como profesionales de excelencia, por encima de todo”.