En busca de una industria más igualitaria

Construcción Latinoamericana conversó con Claudia Petit, presidente de MUUC, para conocer qué hace la organización para fortalecer el rol de la mujer en la construcción

Claudia Petit, presidente de MUUC. (Foto: Redmad)

En general, la industria de la construcción ha sido tradicionalmente dominada por hombres y las mujeres han enfrentado barreras para ingresar y avanzar en este campo. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado en 2018, en América Latina y el Caribe, las mujeres tienden a estar subrepresentadas en los trabajos de mayor remuneración en la industria, y están más presentes en roles administrativos y de apoyo.

Sin embargo, ha habido algunos avances en la inclusión de las mujeres en la industria de la construcción en América Latina en los últimos años. Algunos países han implementado programas y políticas para promover la igualdad de género en el sector, y algunas empresas han adoptado prácticas más inclusivas para atraer y retener a las trabajadoras. Aunque todavía hay mucho por hacer.

Hoy, que se celebra el Día Internacional de la Mujer, Construcción Latinoamericana conversó con Claudia Petit, presidente de Mujeres en Construcción (MUCC), una organización chilena sin fines de lucro que tiene por objeto principal visibilizar y potenciar el rol de las mujeres que trabajan en el rubro de esta importante industria.

¿Cómo comenzó Mujeres en Construcción?

Desde el 2016 estoy en contacto con organizaciones como Mujeres Empresarias y Redma (Red Mujeres Alta Dirección) que tienen como objetivo empoderar a las mujeres en la alta dirección o en directorios. En 2019 me pidieron que hiciera parte de un sector de mujeres constructoras de la Universidad Católica, grupo del cual luego me eligieron presidenta.

Encontré que contar solamente con mujeres constructoras de la UC era un universo muy pequeño comparado con la red que tendríamos si nos dedicáramos apoyar a todas las mujeres en el rubro y es así como nos extendimos a todas las mujeres del área de la construcción. De hecho, entre nuestras integrantes también tenemos abogadas del área inmobiliaria, prevencionistas de riesgo, contadoras, etc. de distintas profesiones y todos en realidad han encontrado como un hogar para poder conversar de las situaciones que les pasa y cómo poder apoyarnos para ir avanzando en el tema de la equidad, que es algo que nos falta mucho.

¿Cuáles son los principales trabajos que están realizando?

Hemos estado en la mesa Público Privado del Ministerio de la Mujer, en Equidad de Género, hemos estado trabajando con el SENCE, e incluso con el Ministerio de Obras Públicas viendo las bases de licitación de prevención de riesgo con sentido de género.

El año pasado también estuvimos en reuniones con el Ministerio del Deporte para ver cómo la infraestructura deportiva puede ser más inclusiva en el género. También hemos estado en Mesas sociales del Biobío y en la Mesa Social de la Universidad de Valparaíso.

Hemos logrado avanzar en muchas instancias públicas que permiten no solo beneficiar a nuestras socias, sino que beneficiar a todas las mujeres que trabajan en el área.

Un aspecto muy importante también ha sido el acercarnos a universidades e institutos realizando conversatorios sobre equidad, algo que nos parece muy bueno para que los alumnos, cuando salgan, sepan ya que existe un problema de inequidad y que no es no es normal. No es normal que a una mujer le paguen menos por ser mujer o que un hombre tenga un desarrollo de carrera mucho mejor porque es hombre. Entonces yo creo que si apuntamos a la educación vamos a tener en el futuro profesionales mucho más empáticos con las dificultades que podemos tener las mujeres en el ruedo.

Interesante también fue que el año pasado hicimos un diplomado que ahora vamos a abrir y lanzarlo de nuevo con la Universidad de Chile. Un diplomado de dirección de empresa, el que tenía harta materia dura: microeconomía, macroeconomía, contabilidad, etc, pero también liderazgo, porque son las cosas que necesitamos. Necesitamos saber más de economía, negocios y marketing, pero también saber cómo hacer que las cosas pasen, cómo resolver el conflicto en una empresa, cómo resolvernos a nosotras mismas, proponernos y avanzar.

¿Qué tiene que hacer la industria para ser más inclusiva?

Un tema de mucho tiempo, pero que ya se está superando, es el del maltrato en la construcción. En la construcción estaba muy dado que había una jerarquía muy estructurada, pero también con un lenguaje poco amable. Incluso hay casos de hombres que se han restado del trabajo en obra porque no aguantan ese tipo de trato, que ahora se entiende abusivo. Eso ha estado evolucionando.

Entonces, creo que lo primero que hay que mejorar son las prácticas laborales. Yo creo que eso es fundamental para hombres y mujeres, porque estamos en una etapa en que necesitamos sentirnos valorados en la empresa y sentir que somos un aporte a ella. Tiene que haber un cambio de en la mentalidad de cómo podemos ser más empáticos, más inclusivos.

¿Cómo es hoy la participación de las mujeres en los estudios relacionados con la construcción?

No son muchas las mujeres que entran a estudiar estas áreas, culturalmente. No se espera que las mujeres estudien construcción, se espera que se enfoquen en educación, cuidado, algo relacionado con la salud.

Para cambiar esto se debe realizar un trabajo en conjunto e integral que debería abordarse desde la educación temprana. Para que haya más mujeres en construcción necesitamos validar que las mujeres podemos estar en el área de la construcción, y no sólo en una obra en construcción, podemos estar en inmobiliarias, podemos estar en oficinas, podemos estar en tasaciones, en bancos, en retail, viendo los proyectos de caminos, puentes, líneas férreas, etc.

¿Qué sucede en la alta dirección de las empresas?

Es súper necesario que las mujeres lleguen a los directorios, algo que se está estudiando en una proposición con ley de cuotas, porque cuando las mujeres llegan a puestos de toma de decisión, pueden hacer un cambio hacia el resto de la organización. Entonces ahí necesitamos esas metas o esas cuotas, o necesitamos hacer algo para obligarnos a cambiar. En Europa los cambios que se hicieron de mujer en directorios fueron con cuotas.

Hay muchas mujeres que están preparadas, es más, en muchos casos sobre preparadas. En Woman in Mining Chile realizaron un estudio que determinó que un 48% de las mujeres tenían posgrados.

Hay mucha mujer preparada, hay mucha mujer disponible.

¿Cómo se posiciona Chile en la inclusión femenina en la fuerza laboral?

Hay un estudio del Banco Mundial que demuestra que estamos súper atrasados. El informe otorga una puntuación de acuerdo con las posibilidades que tiene una mujer de ser económicamente igual a los hombres. Chile tiene un puntaje de 80, bajo el promedio de Latinoamérica, que es de 80,4. Y en comparación con la OCDE (que promedia 94 puntos), solamente le ganamos a Japón que tiene una puntuación de 78,8.

¿Y en términos de construcción en particular?

En América Latina alrededor de un 4,5% de la fuerza laboral son mujeres, en Chile somos alrededor de un 6,3% y en Costa Rica, según un estudio de 2018, sólo el 3%.

Ahora, a nivel mundial el porcentaje está entre un 8% y un 11%.

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