Epiroc colabora en la construcción de una nueva mina en Perú

En lo alto de las áridas montañas del sur de Perú, Anglo American está dando el siguiente paso en la minería: una nueva y gigantesca mina de cobre, operada en gran parte por robots.

Foto: Epiroc

En una polvorienta carretera minera en lo alto de la cordillera de los Andes, un camión del tamaño de una casa pasa a toda velocidad con su carga de 300 toneladas de mineral. El observador tiene dificultades para ver al conductor en la cabina bajo la brillante luz del sol andino. Es porque no hay nadie. Las máquinas dominan la mina. En Quellaveco, la última mina de cobre de Anglo American, esta multinacional presenta una visión de cómo será la minería en el futuro.

Construida en Moquegua con un costo de unos US$5.500 millones, se espera que la mina produzca unas 300.000 toneladas métricas anuales de cobre (más molibdeno) durante la próxima década, consolidando la posición de Perú como segundo proveedor del metal rojo, sólo por detrás de su vecino, Chile.

Se prevé que la nueva mina, situada en uno de los mayores yacimientos de cobre del planeta, siga ofreciendo metales durante décadas.

Siguiendo una ruta preprogramada, los veintiocho camiones sin conductor patrullan las excavaciones, alineándose para recibir el mineral o los residuos detonados por la excavadora eléctrica y transportándolos después a la trituradora primaria o a los acopios, según sea necesario. Cuando se encuentran entre sí o con otro vehículo en movimiento, se detienen mientras deciden quién tiene preferencia de paso.

Epiroc está haciendo su parte con seis perforadoras autónomas Pit Viper. Con casi veinte metros de altura cuando están en posición, los vehículos se integran automáticamente en una serie de agujeros de desmontaje.

Foto: Epiroc

Quellaveco dista mucho de ser la primera mina en introducir vehículos autónomos. De Australia a Chile, las empresas mineras se apresuran a introducir nuevas tecnologías en sus operaciones para mejorar la productividad, la seguridad y las condiciones de trabajo de los empleados. Pero Quellaveco será el primer proyecto minero totalmente nuevo que incorpore esta tecnología en su diseño inicial.

La seguridad es una de las mayores ventajas del transporte y la perforación autónomos. No sólo se mantiene a salvo a los trabajadores, sino que las máquinas están programadas para ser mucho más precavidas de lo que serían los operadores humanos.

Los vehículos autónomos también han demostrado ser más productivos que las máquinas convencionales, manteniendo un ritmo constante durante toda la jornada. Además, las perforadoras Pit Viper demostraron ser más precisas que los operarios humanos, perforando todos los agujeros a menos de 50 centímetros de la ubicación especificada, en el esquema de agujeros preprogramado y con la longitud especificada. La precisión con las perforadoras convencionales puede ser de más de 0,8 a 1,2 metros.

Esta precisión es crucial para garantizar que los explosivos se distribuyan adecuadamente por la roca para lograr la fragmentación correcta. Esto, a su vez, facilita todo el proceso minero, desde la rapidez con la que se puede excavar la roca, la seguridad con la que se puede distribuir a los camiones y el nivel de eficacia con el que se puede convertir en polvo en la trituradora.

“Es extremadamente importante para el proceso”, explica Sanders. Pero la explotación de una mina digital plantea nuevos retos a los ingenieros de minas de Anglo American. Mantener el contacto con docenas de vehículos autónomos a medida que avanzan por la excavación significa garantizar que se dispone de un espectro suficientemente amplio en todas las partes de la operación y en todo momento.

Esto puede resultar difícil debido a la complicadísima topografía de la mina, con sus frentes repartidos en varios niveles a lo largo de un sinuoso barranco de montaña, explica Akemi Lucero, superintendente de perforación y voladura.

Con todos los profesionales clave reunidos ahora en la misma sala, identificar los retos y coordinar una respuesta puede llevar sólo unos minutos en lugar de medio día de discusiones. Por ejemplo, si los metales recuperados caen en el molino concentrador debido a una menor ley de cobre, una rápida comunicación del operador de la planta al planificador de la mina puede garantizar que ésta empiece a extraer mineral más rico.

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