Exportar es el camino

Brasil es el principal mercado de América Latina, y cuando no va bien, eso se refleja en los demás países. Esto fue especialmente notorio durante el año pasado cuando el real empezó a perder valor ante el dólar, lo que si bien favoreció las exportaciones brasileñas, también trajo consigo grandes dificultades a las importaciones.

El gigantesco flujo de importaciones chinas que se vino dando en los últimos años y el conocido Costo Brasil (impuestos altos, interés bancarios altos, infraestructura insuficiente y burocracia) son factores que ahora, en tiempos de crisis, muestran cómo han perjudicado la industria nacional, pues no permitieron el crecimiento de algunos segmentos, como el sector de insumos para la construcción, por ejemplo.

El sector de insumos brasileño en los últimos años ha presentado algún crecimiento solamente gracias las políticas sociales, y para conocer un poco de las expectativas del mercado para el próximo año, CLA conversó con Walter Cover, presidente de la Asociación Brasileña de la Industria de Materiales de Construcción (Abramat).

¿Cuál es la situación económica real del sector?

La facturación real de las industrias de materiales de construcción en 2015 comparada a la de 2014 cayó un 11,5%. Todos los segmentos del mercado se vieron negativamente afectados. Las ventas al detalle, responsables de un 50% del total, se vieron perjudicadas por el aumento del desempleo, la baja en la renta de las familias y el menor acceso al crédito. Se espera que en 2016 este segmento presente una nueva caída de un 8%. El mercado de las constructoras, que representa el otro 50%, caería un 14%.

¿Y cuál será el impacto a nivel de América Latina en general?

Latinoamérica es un gran comprador de materiales de construcción, lo que debe a la gran necesidad de crecimiento que todavía hay en la región. La industria brasileña viene conquistando nuevos clientes en los países del Mercosur, lo que debería disminuir el efecto de la crisis en el sector, la que a su vez tenderá a reducirse en 2016.

En lo que se refiere a la situación de las grandes contratistas, ésta aún no está bien definida, pues muchas están involucradas en las investigaciones de la operación Laja Jato (lavado de autos). En este caso su efecto es solamente a nivel del país.

¿La exportación sería un camino para la recuperación?

El cambio monetario ha evolucionado un poco y las exportaciones pueden ganar un respiro. No es inmediato, pues es necesario reabrir mercados. Las exportaciones brasileñas de materiales de construcción han sido mayores en el pasado, pero con el fuerte incremento de la construcción local, las empresas miraron solamente al mercado interno, pues la demanda y los precios eran favorables. Por eso creo que en 2016 deberíamos estar más activos en exportaciones, con la crisis ellas deberán ser incrementadas y ayudadas por el cambio bajo y por las políticas internas de facilitación de comercio internacional.

Otro factor es que el mercado latino es muy disputado por miembros de otros acuerdos internacionales, necesitamos de mayor competitividad.

¿Y cuáles son las expectativas para el sector en 2016?

La expectativa es que tendremos una inflación menor, una pequeña mejora en la renta familiar, menores importaciones en función del cambio monetario y una retomada en las inversiones de infraestructura y logística.