FMI eleva proyecciones de crecimiento de América Latina en 2022

“La economía mundial está atravesando por una serie de problemas turbulentos. La mayor inflación registrada en varias décadas, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de la pandemia de Covid-19 inciden notablemente en las perspectivas”, así parte el nuevo informe de Perspectivas de la Economía Mundial elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Se pronostica que el crecimiento mundial este año sea de un 3,2% (desacelerándose del 6% del año pasado) y de un 2,7% en 2023. Aparte de la fase aguda de la pandemia, este es el perfil de crecimiento más débil desde 2001, y refleja importantes desaceleraciones en las principales economías.

La buena noticia para América Latina es que la región vio un aumento en sus proyecciones para el presente ejercicio, pasando de un estimado del 3% en el informe de julio, a un 3,5%, mientras que su proyección de expansión de la producción mundial se mantuvo sin cambios en 3,2%.

La mejoría del pronóstico regional se basa en “una actividad más fuerte de lo esperado en la primera mitad de 2022 gracias a precios favorables de las materias primas, las condiciones de financiamiento externo aún favorables y la normalización de las actividades en los sectores intensivos”, señala el organismo en su reporte.

No obstante, la proyección del FMI para el próximo año no es tan positiva y se redujo en 0,3 puntos porcentuales, al 1,7%. A nivel mundial, la cifra fue recortada en 0,2 puntos porcentuales hasta el 2,7%.

“Se espera que el crecimiento en la región se desacelere a fines de 2022 y 2023 a medida que el crecimiento de los países socios se debilite, las condiciones financieras se endurezcan y los precios de las materias primas disminuyan”, advierte.

La inflación continúa siendo una preocupación en los mercados desarrollados y emergentes según la perspectiva del FMI.