Industria cementera mostró tímida recuperación en febrero

Las ventas de cemento en Brasil en febrero de 2022 totalizaron 4,8 millones de toneladas, un 1,9% más que en el mismo mes de 2021, según el Sindicato Nacional de la Industria del Cemento (SNIC).

Aun registrando una pequeña mejoría, el sector presenta una retracción del 3,5% en el acumulado de los dos primeros meses del año con relación a igual período de 2021.

Otro factor importante fueron las ventas por día hábil -indicador que considera la cantidad de días trabajados que tiene una fuerte influencia en el consumo de cemento- las ventas totalizaron 225,7 mil toneladas, una disminución de 3,4% respecto al mismo mes del año anterior.

En febrero, el sector de las regiones Sudeste y Centro-Oeste repitió el bajo desempeño registrado en enero, mientras que en las regiones Norte y Sur, las ventas se mantuvieron muy positivas.

Los principales impulsores del desempeño fueron las perspectivas más favorables en el mercado laboral (disminución del desempleo), la continuidad de Auxílio Brasil (programa de transferencia de ingresos que reemplazó a Bolsa Família) y la caída considerable de las cifras de la pandemia, luego de un inicio de año convulso por la nueva variante Ômicron, la Gripe Influenza y las fuertes lluvias que se presentaron en enero en casi todo el país.

Los indicadores de confianza caminan en direcciones opuestas entre el optimismo y el pesimismo. Según la Fundação Getúlio Vargas, la confianza del consumidor1 mejoró, pero el índice de confianza de los empresarios² volvió a caer, lo que indica una desaceleración de la economía. La confianza de la construcción civil³ a pesar del máximo de febrero, no fue suficiente para recuperar la pérdida de enero, aún sin un cambio significativo en el escenario sectorial, reiterando un horizonte de muchas incertidumbres.

Aún con la ligera recuperación del mercado laboral, la masa salarial sigue cayendo, esto se debe a que los nuevos puestos son con salarios más bajos que antes de la pandemia, provocando que los ingresos reales alcancen el nivel más bajo de la serie histórica. Aliado a la alta inflación, el poder adquisitivo de la población se está erosionando. El aumento de la tasa de interés, junto con el endeudamiento récord de las familias, perfilan una proyección de dificultades para la actividad económica.