La construcción sufre escasez de mano de obra cualificada en el país

El sector de la construcción podría enfrentarse a una crisis. A pesar del escenario optimista para 2024, con una proyección de crecimiento del 3% para este año, los empresarios del sector están preocupados por la falta de mano de obra cualificada en el sector. Según el Índice de Confianza en la Construcción (ICST), la fiabilidad cayó 1,0 punto en marzo, situándose en 96,6 puntos, según datos de la Encuesta de la Construcción de FGV Ibre.

A pesar de haber generado 81.000 puestos de trabajo en los dos primeros meses de este año, el problema reside en la cualificación de la mano de obra. Según una encuesta realizada por la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC) con 800 empresas en mayo de 2023, siete de cada diez empresas sufren la falta de profesionales cualificados.

Para Tatiana Fasolari, vicepresidenta de Fast Engenharia, la mayor empresa de revestimientos de América Latina: “Esta escasez es peligrosa porque, con la falta de mano de obra, la industria pierde la oportunidad de ser una fuente de nuevos negocios y también retrasa la mejora del país”.

Esta carencia se viene señalando desde hace algunos años. Un estudio realizado por la Comisión de Política de Relaciones Laborales (CPRT) de la Cámara Brasileña de Industria y Construcción (CBIC) analizó las dificultades de contratación en el sector de la construcción en 2022. Según la encuesta, las áreas con mayor escasez de profesionales fueron albañiles (82%), carpinteros (78,7%) y dirección de obra - maestros de obra (74,7%).

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Estas cifras son especialmente preocupantes teniendo en cuenta el nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) propuesto por el gobierno federal. Los obstáculos pueden dificultar diversos proyectos, como retrasos en la construcción, aumento de los costes y disminución de la calidad. Además, esta discrepancia afecta al progreso tecnológico del sector y a la competitividad del país en la escena mundial.

Con una demanda creciente y, en consecuencia, la responsabilidad de satisfacer las necesidades de la sociedad y del mercado, es importante crear mejores condiciones para formar a profesionales más jóvenes y actualizados para hacer frente a los problemas actuales.

“La adaptación de los profesionales a las innovaciones y avances tecnológicos es inevitable, y es necesario promover políticas que mejoren las condiciones contractuales e incluso docentes. Estos cambios no se están poniendo en práctica rápidamente en ningún ámbito, especialmente en la construcción. Sin embargo, las expectativas y los objetivos sostenibles seguirán creciendo y los ingenieros deberán responder cada vez más de sus prácticas”, concluye Fasolari.