La doble vida de la construcción venezolana
01 July 2014
La industria de la construcción en Venezuela vive una fuerte contradicción actualmente. Para el sector de las constructoras privadas, el momento es de crisis generalizada y extremadas dificultades de operar. Por otra parte, la construcción de viviendas sociales por el Estado está dinámica y concentra el movimiento económico del sector.
De acuerdo con datos e informaciones difundidas por la Cámara Venezolana de la Construcción, que representa contratistas privados que hacen proyectos privados, la industria está sin crecer hace 17 trimestres. Además, faltaría todo tipo de insumo para sacar adelante las obras, como cemento, concreto y varillas de acero.
El motivo de la escasez sería justamente el programa público de construcción de vivienda social creado por el fallecido Hugo Chávez, el Gran Misión Vivienda. Iniciado en 2011, este programa ha absorbido casi la totalidad del mercado de insumos, que además está bastante estatizado por el gobierno del país. Varios fabricantes de cemento y hormigón, por ejemplo, tuvieron sus instalaciones desapropiadas por el Estado, como Cemex.
El gobierno venezolano es dueño, hoy en día, de una empresa proveedora de insumos de construcción producto de estas estatizaciones, la Construpatria. Los clientes, los precios de productos y el proveimiento de Construpatria son controlados, lo que le da a la Gran Misión Vivienda condiciones excepcionalmente favorables para funcionar. Mientras que le pone a las constructoras privadas condiciones muy desfavorables.
Esto produce la situación dispar en que por el punto de vista del sector privado la construcción no crece, pero por el gobierno la actividad es una de las más dinámicas de su economía.
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