Las ventas de cemento se ven afectadas por el cambio climático

Las condiciones meteorológicas extremas, caracterizadas por temperaturas y precipitaciones superiores a la media en algunas regiones de Brasil, junto con la inestabilidad macroeconómica, siguen teniendo un impacto negativo en la industria cementera brasileña.

En noviembre, las ventas totalizaron 5,3 millones de toneladas, lo que refleja una caída del 1,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según ha informado el Sindicato Nacional de la Industria del Cemento (SNIC).

Si se consideran las cifras acumuladas del año (de enero a noviembre), los datos también muestran una tendencia negativa, alcanzando los 57,5 millones de toneladas, lo que representa un descenso del 1,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

En cuanto a las expediciones diarias de cemento en noviembre, se produjo un aumento del 4,4% en comparación con octubre, pero una caída del 1,3% en comparación con el mismo mes de 2022, con 238.600 toneladas vendidas, influidas por los días festivos del periodo.

La combinación de los altos tipos de interés y el endeudamiento que afecta al 76,6% de las familias brasileñas, a pesar de una ligera reducción en los últimos meses, tuvo un impacto negativo en el consumo de los hogares.

Las ventas al por menor de materiales de construcción cayeron un 2,4% acumulado hasta octubre. Este escenario, combinado con una lenta recuperación de la renta de la población, se refleja en la caída de los lanzamientos inmobiliarios y de la financiación.

La confianza de los consumidores bajó ligeramente en noviembre y se estabilizó tras la fuerte caída de octubre. Sin embargo, las percepciones varían según los tramos de renta, siendo la clase baja más pesimista, la clase media muestra una recuperación y la clase alta se mantiene estable, en relación con las dificultades financieras y el empleo.

El índice de confianza en el sector de la construcción se mantuvo en un nivel de pesimismo moderado, con variaciones heterogéneas entre los segmentos. La confianza en las infraestructuras es relativamente optimista, especialmente en las obras viarias, mientras que la confianza en los edificios empeoró por tercer mes consecutivo, a pesar del lanzamiento del programa Minha Casa Minha Vida.

Para revertir este escenario, será fundamental aumentar la inversión en la construcción, como indica el Gobierno para 2024, especialmente en urbanismo e infraestructuras. Es fundamental impulsar los programas de vivienda y considerar los pavimentos de hormigón como opción en las licitaciones de carreteras y autopistas, por su durabilidad, economía, bajo impacto ambiental y beneficios en términos de confort y seguridad para los usuarios. El presidente del SNIC, Paulo Camillo Penna, señala que, incluso en un mes tradicionalmente fuerte para el sector, las ventas de cemento siguen lastradas por las condiciones meteorológicas extremas y las incertidumbres económicas.