Los índices revelan buenas estimaciones en la economía brasileña

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Los indicadores económicos brasileños prevén buenas estimaciones para finales de año, con una relativa estabilidad de los costos de la construcción. La valoración la hace la economista Ieda Vasconcelos, de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC).

La economista destacó la cuarta caída consecutiva del Índice General de Precios de Mercado (IGP-M), divulgado el 30 de noviembre por la Fundación Getúlio Vargas (FGV), que bajó un 0,56% en noviembre.

El IGP-M se utiliza ampliamente en varios contratos de la economía brasileña, incluidos los contratos de alquiler de bienes inmuebles. El principal factor que influyó en este resultado fue la caída del Índice de Precios al Productor Amplio (IPA), que constituye el 60% del cálculo del IGP-M, debido principalmente al precio del mineral de hierro, explicó Vasconcelos.

Aunque otros indicadores considerados en el cálculo, pero con menor peso, han subido.

Este fue el caso del Índice de Precios de Consumo (IPC), con un 30% en la composición del IGP-M, tirado por el precio de los alimentos. Con un impacto del 10% en el IGP-M, el Índice Nacional del Coste de la Construcción (INCC) de noviembre debería publicarse esta semana. “Con el IGP-M podemos hacer la proyección de que el INCC, una vez más, debería registrar una relativa estabilidad. El coste de los materiales registró una variación negativa. Después de registrar máximos desde junio de 2020, estamos teniendo más estabilidad en los costes con los materiales de construcción”, dijo.

Según Vasconcelos, el costo de la construcción se está estabilizando en un nivel extremadamente alto, teniendo en cuenta que en el período de 2020 a octubre de 2022, la inflación en el costo de la construcción alcanzó el 60%, mientras que la tasa de inflación oficial del país fue de alrededor del 22%.

El economista también señaló que los costes laborales han subido, en relación con la fecha base en algunas capitales.

El resultado del IGP-M, según el economista, indica que debe terminar el año con una variación muy próxima a la inflación oficial, medida por el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA/IBGE). El IPCA de noviembre también debería publicarse esta semana. El economista dijo que la caída del IPCA fue impactada por el precio del combustible, con la limitación de la recaudación del ICMS al 18%, pero que el fin de esta restricción está previsto para finales de diciembre. “Si no se mantiene esta limitación, es posible que a principios del año que viene ya tengamos el impacto en la inflación con el aumento del precio de los carburantes”, dijo.