Mezclar y transportar
02 December 2016
Aunque los camiones mezcladores de concreto – los famosos mixers u hormigoneras – son equipos muy sencillos, su utilización puede revelar la inteligencia y sofisticación de métodos que generan ahorros y productividad del trabajo, o el desperdicio de energía, material y tiempo que resultará en pérdidas financieras significativas.
Todo depende del concepto de base para su uso y de la estructura que se dispone para producir el concreto. La verdad es clara: si se emplean centrales dosificadoras de hormigón para cargar la hormigonera, ésta tendrá que revolver los insumos hasta alcanzar la mezcla homogénea necesaria para transformar en concreto la mezcla de arena, agregados, cemento y agua; pero si su central es mezcladora, ella cargará su camión mixer con hormigón listo y entonces podrá disfrutar el ahorro de diésel con mucho menos vueltas del tambor y menor desgaste del acero del equipo.
“Un camión mixer cargado por una central dosificadora tiene que funcionar como mezclador, mientras que si es cargado por una central mezcladora, sólo tiene que hacerlo como transporte en cuyo caso hay una serie de beneficios. Cuando se carga el camión mixer con el concreto hecho, su tambor tiene que rodar una o dos veces por minuto. El camión va a durar mucho más tiempo y consumir mucho menos combustible, principalmente porque no será necesario el movimiento rápido al momento de descargar el concreto en la bomba”, explica el gerente de Schwing-Stetter para Sudamérica, Luiz Polachini.
Parece obvio, pero América Latina todavía se resiste a aceptar las decisiones más racionales. De hecho, el uso de hormigoneras como mezcladoras sigue fuerte, aunque sea justo decir que esto se debe en gran medida al predominio de las centrales dosificadoras en el sector de producción (las que sólo disponen cada insumo en su medida ideal en la hormigonera, sin pre mezclarlos).
Culturas
Todo responde, como siempre, a factores de hábito. Formas de trabajar que las tradiciones locales impusieron a lo largo de los tiempos y persisten hoy en día, algunas veces sin considerar mejores posibilidades.
En Liebherr, que es un nombre mundial en tecnologías de concreto, la fabricación de camiones hormigoneros atiende estas necesidades particulares con mucha atención. De acuerdo con sus ejecutivos, esto lleva a que la provisión de mixers de su fábrica en Brasil al mercado latinoamericano sea una operación casi personalizada.
“Hoy en día la individualización del equipo está en boga. Tenemos que adaptarnos a la variedad de modelos de camiones disponibles en Brasil, y además a los modelos que están en los mercados hacia donde exportamos. Muchas veces exportamos sólo el equipo sin el camión, lo que crea problemas porque el camión al cual se va instalar no se fabrica en Brasil. Todo lleva a que Liebherr Brasil haya desarrollado una capacidad única de ingeniería y fabricación para adaptar el diseño del producto a estas distintas necesidades sin demorar más tiempo en función de esto”, dice el gerente comercial de tecnologías de concreto de Liebherr Brasil, Guilherme Zurita.
El ejecutivo de la marca alemana afirma que las preferencias y gustos de los clientes internacionales interfieren fuertemente en la oferta del fabricante. Y da como ejemplo la exportación a clientes de Chile, quienes, afirma, tienen la costumbre de utilizar hormigoneras más parecidas al modelo norteamericano, mientras que en Brasil y otras partes de América Latina sería más común el uso del modelo europeo de mixer.
“El diseño de los tambores y de las hélices de mezcla es distinto. Nuestro diseño estándar es tal que la distancia entre las hélices es menor que el modelo típico norteamericano. En Chile, se cree que hélices más distantes entre sí mezclan mejor que nuestras hélices más cercanas. Entonces nosotros rehicimos los diseños para entregarles los equipos tal como es su preferencia. El equipo tiene que funcionar como el cliente está acostumbrado”, afirma Zurita.
Liebherr es el líder del mercado en Brasil con una participación promedio para sus productos, los que atienden un amplio rango de volúmenes, de entre el 55% y 60% del mercado. Las hormigoneras de Liebherr varían entre 5 y 12 metros cúbicos (sin ofrecer la opción de 11 m3). La más popular, que responde por un 85% de la producción de la empresa en Brasil, es la de 8 m3. Cabe recordar que en 2014, se anunció la fabricación del equipo de 8 m3 número 10.000 en la fábrica de Guaratinguetá.
Criterios
Al contrario de muchos otros segmentos de equipos, donde la adopción de tecnologías electrónicas es mundial y se establece como un factor de competencia entre los proveedores, esto no ha pasado en el caso de los camiones mixers de concreto. Parte de esto porque la hormigonera se enfrenta a diario con enormes volúmenes de agua y materiales abrasivos, pero también por una notable preferencia en los mercados de la región por un producto de menor precio.
Esta es la opinión de Luiz Polachini, de Schwing-Stetter, quien define que la calidad de una hormigonera está directamente relacionada con la calidad del acero. “Se trata de un producto para el cual ofrecer un diferencial es muy complicado. Principalmente en este caso, en que un 70% del costo es acero. Y buen acero es acero caro. El acero de las hormigoneras tiene que tener alta resistencia a la abrasión. En Brasil (donde Schwing fabrica dos modelos de camión mixer, de 8 y 10 m3), sólo hay un proveedor de acero de calidad, que es Usiminas”, explica.
El ejecutivo afirma que la estrategia de Schwing para el mercado de hormigoneras es algo distinto al de los principales productores. “La filosofía de Schwing es tener un producto premium, con calidad percibida por el cliente, lo que nos lleva a tener un porcentaje del mercado que es entre el 10% y el 15%. Lo que me permite vender el mixer un 10% más caro que el precio promedio es que tengo clientes que me dicen que la hormigonera Schwing dura un 30% más”, dice.
De acuerdo con Polachini, además de un acero de calidad, la hormigonera Schwing utiliza hélices calandradas (con formato curvo y superficie ondulada), lo que permite al equipo obtener concreto homogéneo con 14 vueltas del tambor. “Los equipos de la competencia deben girar 18 veces para conseguir homogeneidad igual”, afirma él.
Otro diferencial en este tipo de producto importado por Schwing es una hormigonera que tiene una bomba acoplada. Es así que un solo equipo puede producir, transportar y bombear el concreto. Pero el ejecutivo advierte que “sólo vale la pena la hormigonera bomba si es para bombear el mismo volumen del tambor, o como máximo un segundo mixer. No haría sentido económico mantener muchos camiones mixer parados bombeando. Pero para obras pequeñas, esto agrega versatilidad, movilidad y productividad”.
Auto-hormigonera
Hay alternativas en el mercado, y entre ellas destacan las auto-hormigoneras. Con producción también en Brasil, la marca italiana Fiori aumenta su presencia cada año en este mercado y ya cuenta con más de 500 equipos en operación en el país.
Su diferencial es permitir que en un solo vehículo el operador pueda cargar el tambor con agregados, arena, cemento y agua y lo mezcle durante el transporte hasta la obra, donde se lo descarga. Sus volúmenes van desde 1,65 m3, en el modelo DB 110 hasta los 7,45 m3, en el modelo DB 560 T.
Aunque la adopción de tecnologías electrónicas en las hormigoneras no sea tan fuerte en América Latina, Fiori apuesta por un sistema de control de las dosis de insumos que sus equipos auto cargan. Con el sistema CBV (concrete bacthing vehicle), el fabricante promete una dosificación precisa de cada elemento, con posibilidad de descartar excesos, todo de acuerdo a 20 fórmulas de hormigón pre programadas que el operador puede elegir.
También Carmix, otro emblemático fabricante de auto-hormigoneras, está creciendo en América Latina. En este caso, la novedad es la asociación con las tiendas de alquiler de Caterpillar en la región, las CAT Rental Store.
Efectivo en siete países (Perú, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y México), el acuerdo de comercialización permite a los clientes la opción de arrendar una auto hormigonera Carmix, lo que es ideal para usuarios eventuales que necesitan poco volumen y producción “todo en uno”.
“Para nosotros, América Latina es estratégica. Desde que el acuerdo se hizo real, nuestras ventas crecieron mucho y tuvimos una respuesta positiva de los clientes”, afirma el gerente de ventas para Latinoamérica de la empresa italiana, Victor Saldana.
Puede que la concepción de producción y transporte del concreto no esté todavía en su mejor momento en nuestra región, pero es cierto que hay inspiración suficiente como para avanzar.
CIFA introducirá línea de hormigoneras ENERGYA
El fabricante italiano de hormigoneras y otros productos para concreto CIFA promete introducir en 2017 en los mercados de América Latina su nuevo modelo de hormigonera, una línea que se ha llamado ENERGYA.
De acuerdo con la empresa, su diferencial es de hecho muy interesante. Se trata de un equipo híbrido. Mientras el camión utiliza diésel para moverse, cuando este se detenga el tambor seguirá moviéndose con electricidad.
Una alimentación específica de energía eléctrica para el tambor le garantiza al equipo consumir menos diésel y emitir menos gases contaminantes con el vehículo parado.
Las hormigoneras ENERGYA están disponibles en Europa en dos modelos, con 8 y 9 m3, y ya se vendieron desde su lanzamiento este año 8 unidades en distintos países del viejo continente.
En Latinoamérica, los mercados más importantes para CIFA hasta el momento son los de Perú, Colombia, Bolivia y Argentina, donde sus hormigoneras HD (heavy duty) son lo más vendido, con volúmenes nominales variando entre 7 y 15 m3.
“Tenemos muchas negociaciones avanzadas para este innovador equipo en Sudamérica a partir de 2017, estamos seguros de que ENERGYA va ayudar a ahorrar combustible, reducir la contaminación y los ruidos en los sitios de trabajo”, afirmó la compañía.