Obra de túnel en Acapulco enfrenta desafíos
02 March 2016
La constructora mexicana Acatunel, consorcio conformado por ICA y Carso, está a cargo de la perforación de un túnel de 3,2 kilómetros de longitud en la montaña Cumbres de Llano, conectando así Cayaco con Brisamar, en la bahía de Acapulco. Con este objetivo en mente es que Acatunel está utilizando los jumbos Sandvik DT820-SC, y DT1131-SC, los que concluirán sus tareas en julio próximo.
Actualmente operan al día dos turnos de 12 horas, permitiendo así un avance de 7,2 metros en cada jornada. Sin embargo, algunos días el progreso de la tunelación es especialmente difícil, dado que la geología de Cumbres de Llano está compuesta predominantemente por granito y basalto, rocas abrasivas y duras que presentan grandes desafíos. Un problema particular que el equipo de perforación de la contratista está encontrando, es la gran cantidad de agua que se presenta en la perforación, la que debe ser recogida y desviada. Asimismo, algunas rocas presentan fracturas, las que conducen a derrumbes y deslizamientos de tierra.
"Lo que sucede es que el techo del túnel cae, dejando una parte superior hueca sobre él", explica Miguel Ángel Banuet Rodríguez, supervisor general del proyecto. "Este espacio hueco necesita ser rellenado con hormigón proyectado o concreto hidráulico con el fin de que sea seguro y esto provoca retrasos", detalla.
Para la perforación de las rocas Acatunel está ocupando barras T38-Hex35-R32, acoples T38-T38 y martillos RD525 con bits de 48 mm. La compañía también ha utilizado las perforadoras DX680 y DX700 de la compañía para abrir el túnel y crear drenaje para las aguas.
El proyecto total, que considera una carretera de ocho kilómetros de largo, considera inversiones por unos US$ 213 millones y permitirá un tránsito más expedito y rápido entre el aeropuerto y la bahía.
Según las autoridades, el túnel de Acapulco es de gran importancia para la región: va a cambiar drásticamente los patrones de tráfico para la ciudad y sus alrededores, reducirá el tiempo de viaje desde el aeropuerto hasta los resorts de la Bahía Acapulco a sólo unos minutos, reducirá la tasa de accidentes vehiculares, y estimulará nuevos desarrollos económicos alrededor de la bahía.