Panamá en flujo
06 October 2015
Imagínese la fuerza que se necesita para bombear 6.440 millones de litros de agua de un lago. Esta hazaña fue lo que logró Xylem, una de las mayores proveedoras de equipos y servicios relacionados a cualquier proceso con agua, para la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Xylem fue capaz de bombear este volumen de agua del lago Miraflores para ayudar con el llenado de las nuevas esclusas del canal centroamericano, de manera que la ACP pudiese realizar pruebas en la nueva ruta, en tan sólo 22 días.
“Desde la primera llamada telefónica tuvimos 45 días para armar todo un sistema de bombeo desde el lago al canal. Así que movilizamos los equipos. Trajimos desde Estados Unidos cinco aviones Boeing 747 conteniendo 15 bombas de gran tamaño, cuatro kilómetros de tubos además de equipos de control remoto y medición flotante para que el sistema fuera controlado a partir de una oficina confortable”, cuenta Colin Sabol, gerente de servicios de dewatering de Xylem.
La empresa utilizó en el servicio, que costó alrededor de US$6,5 millones, 15 bombas Godwin de fabricación propia. Sabol estuvo en Panamá para comprobar de primera mano el resultado del trabajo reconociéndose impresionado por la magnitud e ingenio del proyecto.
“Quedé muy impactado con el diseño de las nuevas esclusas. Se construyeron reservorios de agua para reutilizar el agua de las esclusas. Con el agua de los reservorios se levantarán los buques para el paso por el canal revertiéndola nuevamente en los reservorios para utilizarla una y otra vez. Esto ahorra cerca del 65% del agua en comparación con lo que ellos históricamente utilizan. Un diseño muy ingenioso”, afirma el especialista.
El ejecutivo de Xylem también percibió en Panamá un mayor cuidado que el meramente económico con el recurso hídrico. “Este sistema les costó un montón de dinero, por lo que tomaron la decisión de hacerse más conscientes con el uso del agua y la protección del recurso”, dice.
Agua en la región
En su entrevista con Construcción Latinoamericana (CLA), Sabol dio impresiones generales sobre la infraestructura de agua en la región, donde Xylem está presente en todos los países.
“Las tasas de crecimiento verificadas en América Latina en las últimas décadas superaron mucho la capacidad de su infraestructura, esto crea un gran desafío. La presión por crecer más, y la presión que el crecimiento hace sobre la infraestructura de agua crea un ciclo negativo que si no se interrumpe con nuevas inversiones, el crecimiento económico sufre. En algún momento, la economía va a exigir más que lo que la capacidad de la infraestructura de agua puede proveer”, explica.
Los casos de sequía reciente en muchos países de la región parecen explicarse por esta lógica. Como ejemplo se puede mencionar el uso intensivo de agua por parte de la industria de la agricultura en países exportadores como Brasil y Argentina, o por la minería en países como Chile y Perú. Las formas tradicionales de recolección de agua ya no parecen suficientes.
Además, la contaminación de muchos cuerpos hídricos es un gigantesco desperdicio de oportunidad. “Ahora se comenta sobre la contaminación del agua de la Bahía Guanabara, donde se disputarán algunas pruebas Olímpicas de Río 2016. La tecnología para limpiarla existe hace décadas”, dice Sabol, para quien “un trabajo más colaborativo entre empresas, especialistas y políticos tendría mucho valor”.