Régimen especial de contratación no reduce la burocracia y atrasa obras en Brasil

No está generando el rápido avance en la contratación de obras públicas, especialmente las obras viales, el Régimen Diferenciado de Contratación que desde 2012 el gobierno de Brasil ha puesto en funcionamiento. Luego de dos años, la realidad entregada por este intento por desburocratizar la inversión en infraestructura es que menos de la mitad de los procesos de obra vial abiertos lograron convertirse en contratos y obras.

El régimen RDC, como es conocido en el país, es un método de contratación que suprime trámites en las licitaciones y está legalmente restringido a las contrataciones vinculadas a un número de grandes líneas de política gubernamental. Entre ellas, están los Juegos Olímpicos de 2016, el Mundial del Fútbol de 2014, obras de aeropuertos, obras de infraestructura de salud y educación y los proyectos asignados en el Programa de Aceleración del Crecimiento, el PAC.

En la realidad, el RDC puede ser utilizado para casi cualquier contratación pública de obras en Brasil actualmente, toda vez que el PAC cubre la casi totalidad de las inversiones públicas en infraestructura de casi todo tipo.

Es así que el Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (DNIT) ha lanzado desde 2012 un total de 261 proyectos viales a licitación, pero sólo 127 se convirtieron en contratos. La ley del RDC manda que se haga subasta reversa, o sea, la empresa que ofrezca el menor precio hace la obra. Pero da al poder público la autonomía de establecer el valor referencial. Reside ahí uno de los problemas indicados por los críticos del sistema.

En muchos casos, la disputa por los contratos produce una bajada extremada en los precios, lo que hace poco interesante la mayoría de los proyectos presentados. Además, se critica que el DNIT no ha sabido conducir los procesos, cambiando las licitaciones en curso y generando incertidumbres.

Todo esto ha llevado a casos como el de un proyecto de recuperación de la “Vía de la Muerte” en el estado de Minas Gerais. El proceso de licitación está abierto desde 2012, con cuatro subastas hechas, sin que ninguna empresa haya logrado llegar al final y firmar el contrato.

La ejecución del presupuesto de obras del DNIT también está reduciéndose por efecto del RDC. En 2014, sólo un 15,2% de los cerca de US$ 5.110 millones reservados al departamento en el año fueron contratados. De los restos que le quedaron de 2013 (US$ 4.660 millones), sólo un 51,8% fueron ejecutados. Se estima que el departamento gaste hasta el fin del año algo cercano a los US$ 4.400 millones, lo que representará el 45% de lo previsto.