Retrasos en la construcción en Brasil: ¿cómo resolverlos?

El hecho de que Brasil carece de infraestructuras es innegable.

El desafío de cómo construir y, sobre todo, cómo mantener todas las infraestructuras necesarias para nuestro desarrollo es enorme.

Hay mucho que se puede hacer y mejorar para ayudar, ganar productividad y reducir costes e impactos ambientales dentro de la ingeniería. La introducción de procesos BIM es una de las acciones de este movimiento, que sin duda contribuirá tanto en la fase de construcción como en las demás fases del ciclo de vida del proyecto.

Un punto importante es parar y repensar algunos paradigmas y procesos. Tenemos una historia de muchos proyectos de construcción con retraso, por encima del presupuesto o simplemente no terminados. Sólo en el estado de São Paulo, según el panel de seguimiento del Tribunal de Cuentas del Estado de São Paulo, hay actualmente más de 700 proyectos retrasados o paralizados, y rara vez un proyecto de este tipo se lleva a cabo sin gestión ni supervisión.

La máxima de la metodología de construcción ajustada es, de hecho, eliminar lo que sobra. Al adoptar Lean Construction, los gestores quieren optimizar el proceso paso a paso, haciendo que el flujo de trabajo sea más sencillo. Foto: AdobeStock de WrightStudio

En este contexto, cabe preguntarse hasta qué punto esta gestión y supervisión está siendo eficaz, hasta qué punto está sirviendo para evitar retrasos, sobrecostes presupuestarios y contribuyendo a reducir el riesgo de paralización. Hay que pensar si la forma en que estamos haciendo las cosas es sólo una manera de documentar problemas y actividades, de forma mecánica, para cumplir cualquier requisito burocrático.

Al reflexionar sobre el tema, es inevitable pensar en la mentalidad Lean, un concepto creado en el sistema de producción Toyota en Japón, que persigue una gestión ágil y ajustada, además de promover una dinámica precisa para que se limite a los recursos necesarios para realizar el trabajo. De este modo, esta filosofía permite utilizar la tecnología con menos procesos para hacer lo que hay que hacer de forma más eficiente.

Dentro de la ingeniería, la aplicación de la mentalidad Lean se conoce como “Lean Engineering”. Este enfoque pretende optimizar los procesos de desarrollo, diseño y producción de productos en el campo de la ingeniería, buscando maximizar el valor entregado a los clientes y minimizar los residuos.

De este modo, la aplicación de la mentalidad Lean en el sector de la construcción puede dar lugar a que las obras se realicen de forma más rápida, eficiente y orientada al cliente, lo que se traduce en una mayor calidad y una reducción de los costes. Esto es especialmente valioso en un escenario en el que la innovación es constante y la demanda de procesos mejores y más rápidos es cada vez mayor.

Así, con una gestión basada en datos y objetivos concretos, una toma de medidas coherente y una visión total de la operación y el proceso, el enfoque Lean fomenta la colaboración entre los distintos equipos y departamentos implicados en el proceso de ingeniería. Esto contribuye a reducir el aislamiento de la información y a mejorar la comunicación, lo que es esencial para evitar las repeticiones de trabajo y acelerar el desarrollo.

La búsqueda de una reingeniería de las rutinas de gestión y supervisión es necesaria, no digitalizando los procesos actuales que no son eficaces, sino pensando en cómo hacerlos más sencillos para evitar, y no sólo documentar, los retrasos y los excesos de presupuesto.

*Marcus Granadeiro es ingeniero civil graduado por la Escuela Politécnica de la USP, socio director de Construtivo, empresa de tecnología con ADN de ingeniería, miembro de la Royal Institution of Chartered Surveyors (MRICS) y de la Autodesk Development Network (ADN) y certificado en Transformación Digital por el Massachusetts Institute of Technology (MIT).