Tredalossa: transporte pesado

Tredalossa, empresa mexicana con más de 30 años de experiencia en servicios de transporte pesado y sobredimensionado, asumió el año pasado el reto de trasladar tres molinos desde la mina Real de Ángeles, en Zacatecas, hasta las minas El Concheño y San Francisco de Oro, ambas ubicadas en el estado de Chihuahua, México, en un difícil trayecto a través de las montañas de Sierra Madre. Dos de los molinos tenían como destino una mina a 490 millas de distancia (unos 790 kilómetros), el tercero viajó 480 millas (770 kilómetros). Cada uno de los equipos medía casi 7 metros de largo por 5,2 metros de diámetro y pesaba 50 toneladas.

Tradelossa asumió este proyecto después que dos compañías fracasaran en su intento por mover la carga los primeros kilómetros del trayecto. Lo anterior significó sumar un desafío adicional: debido a la pérdida de tiempo que implicaron los primeros intentos, el cliente necesitaba llevar a cabo el trabajo tan rápidamente como fuera posible, dado que los permisos de la carretera federal mexicana eran válidos por sólo 30 días.

Entre otras dificultades, el proyecto debió enfrentar el tránsito, las carreteras en mal estado, los caminos estrechos y de curvas cerradas, las cabinas de peaje, los pueblos pequeños de calles angostas y por último el acceso a las minas.

Una de las claves en la ingeniería de Tradelossa fue el uso de un equipo hidráulico con un puente de vigas abiertas a 3,6 metros, ubicando la carga casi a nivel del suelo. El equipo utilizado había estado en uso en otro proyecto, por lo que la compañía tenía sólo cuatro días para montar y comprobar que la configuración deseada podría realmente funcionar según los requerimientos.

Sin la posibilidad de reducir la altura del cargamento, la caravana se vio obligada a tomar rutas mucho más largas. Incluso después de montar la carga lo mejor posible, ésta sólo dejó un espacio de unos treinta centímetros a ambos lados y sólo cinco centímetros en la parte superior de la salida de la instalación de almacenamiento.

En algunos lugares los caminos eran tan estrechos que Tradelossa tuvo que utilizar los dos carriles, bloqueando el tránsito hasta por 12 kilómetros. En otros lugares, los equipos todo terreno necesitaron el poder de tracción de dos camiones para mover la carga. Asimismo, se trabajó en estrecha colaboración con la Comisión Federal de Electricidad para cortar la electricidad cuando la carga pasaba por debajo de cables de baja potencia.

Por otra parte, ya en el sitio de descarga se tuvo que construir un nuevo camino, debido a que el existente tenía curvas demasiado pronunciadas que imposibilitaban el paso del equipamiento. Debido a la pendiente ascendente del nuevo camino, no compactado completamente, Tradelossa utilizó un bulldozer para ayudar al camión.

Todo el trabajo requirió 475 horas-hombre, incluyendo 200 horas de planificación. Un miembro de la tripulación se dedicó por completo al proyecto durante dos semanas.

Tradelossa invierte fuertemente en la seguridad, el envío de personal clave a Alemania para la formación de Goldhofer. Además, Tradelossa hizo buen uso de la información proporcionada por Goldhofer para asegurar que la tripulación hizo un uso óptimo de los equipos.

Este proyecto, que se completó con cero accidentes, a tiempo y dentro del presupuesto, le valió a la compañía ganarse el premio Trabajo del Año en la categoría de transporte de menos de 160.000 libras (72.500 kilos), otorgado por la Specialized Carriers & Rigging Association (SC&RA), el año pasado.