Mercado inmobiliario desploma en Brasil y debe afectar concreto
27 May 2019
Demanda por hormigón premezclado en Brasil es muy asociada a la construcción de edificios.
El mercado inmobiliario de Brasil, que a lo largo de 2018 se recuperó de la crisis y fue el subsector más importante de la industria de construcción, mostró fuerte desaceleración en el primer trimestre de 2019.
De acuerdo con los datos difundidos por la Cámara Brasileña de la Construcción esta semana, los lanzamientos de proyectos inmobiliarios cayeron un 62,5% en el 1T19 en la comparación con el trimestre inmediatamente anterior.
En Brasil, el consumo de concreto premezclado es tradicionalmente muy asociado al mercado inmobiliario. Con esta caída tan fuerte y la dificultad en recuperarse, es casi cierto que la demanda por el concreto se va bajar frente este escenario.
La caída es abrupta y señala que la recuperación brasileña de hecho sufre con lentitud y reversión de expectativas. Aunque el nuevo gobierno presente medidas que suelen generar confianza empresarial, el nivel de actividad económica sigue bajo y la perspectiva de crecimiento para este año cayó del 2,5% hacia poco más del 1%.
La construcción brasileña sigue muy dependiente del mercado de edificaciones residenciales y comerciales, dado que el sector de grandes obras de infraestructura todavía no vuelve.
En este subsector, los datos sólo son positivos en comparación con el primer trimestre de 2018, antes de las elecciones y aún bajo efectos económicos muy negativos de la recesión. En comparación con el 1T18, el número de lanzamientos creció un 4,2%, por ejemplo.
En la misma base de comparación interanual, las ventas aumentaron un 9,7%, pero en relación al trimestre anterior hubo caída de un 18,9%.
En suma, la construcción inmobiliaria pasó por el 2018 creciendo, pero empezó este año desplomando su producción. De las cinco regiones de Brasil, solo el Noreste siguió creciendo, con un 25,7% más lanzamientos inmobiliarios en el primer trimestre de este año comparado al trimestre anterior.
En la región más rica del país, el Sudeste (São Paulo, Rio, Minas Gerais y Espírito Santo), la caída entre un trimestre y otro fue de nada menos que un 77,4%.