México inaugura su carretera más cara

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto inauguró hace pocos días el proyecto vial más costoso de la historia de México, la carretera Durango-Mazatlán.

Con 230 kilómetros de largo, 41 túneles, 27 puentes 5 entronques y dos centros de control de los túneles, la carretera se demoró 12 años en construcción y consumió US$2.201 millones.

La mayor parte de la inversión estuvo hecha por capital mexicano, específicamente del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos.

Al conectarse con otras dos grandes carreteras, la autopista recién inaugurada concluye una importante conexión del Océano Pacífico, en Mazatlán, con el Golfo de México en dos puntos, Matamoros y Tampico.

Con esto, la estructura vial mexicana gana un corredor transoceánico que pasa por siete unidades de la federación, lo que supondrá posibilidades económicas muy interesantes en lo que respecta el transporte de cargas, el comercio y el turismo.

Además de los beneficios económicos que va a traer, la carretera también genera en los mexicanos el orgullo por algunas hazañas de ingeniería. Una de ellas es el puente Baluarte (foto), que conecta Durango a Sinaloa.

Con 1.124 metros de largo y 520 metros de altura sobre el río Baluarte, el puente se pone en el Libro Guiness como el más alto puente atirantado en el mundo. Solamente Baluarte ha consumido US$154 millones en su construcción.