Obras de planta Belo Monte pueden tener retrasos

La subasta para establecer los valores de la concesión de la nueva línea de transmisión de la central brasileña Belo Monte se incrementó en un 115% en el tope de precios, debido a solicitud del TCU (en portugués Tribunal de Contas da União), debería someterse a reglas de revisión, lo que seguramente retrasará la conclusión de los trabajos.

La obra, que aumentará la producción de energía entre el norte y el este del Brasil, debería iniciar su producción de energía en el próximo año con la mitad de sus turbinas en funcionamiento, y permanecería en obras hasta 2019. Sin embargo, la subasta estaba prevista para finales de julio y la planta puede iniciar la producción antes de que se finalice el trabajo, lo que aumentará los costos que, por supuesto, pagarán los consumidores.

TCU determinó los criterios que definen la retribución anual del inversionista, que en la primera línea el valor había sido cerrado en US$140 mil al año, gracias a la primera línea de la subasta que terminó en fondo negativo. Según el tribunal, el intento de aumentar los ingresos es una clara demostración de que la ANEEL (Agencia Nacional de Energía Eléctrica) teme un pequeño número de partes interesadas debido a los cambios en el escenario económico actual del país.

La agencia, que logró detener la semana pasada una obligación legal de pago de una multa por el retraso de 444 días en la obra, insiste en que no habrá ningún retraso en la subasta o entrega de la línea, puesto que la licitación debería empezar a principios de julio y a pesar de que está evaluando la petición del tribunal no ve ninguna razón para entregar nueva documentación.