Perú sale al mundo por su infraestructura

La agencia peruana de promoción de la inversión en infraestructura, ProInversión, está en un road show esta semana por Australia y Nueva Zelanda, con el reto de atraer los US$ 15.000 millones requeridos por su plan de infraestructura en los próximos dos años.

El seminario “Perú: infinitas oportunidades de inversión” pretende mostrar a los inversionistas un Perú moderno y económicamente estable que respecta las reglas del mercado y se dispone a recibir las inversiones que necesita para agregar valor a su infraestructura. Los proyectos presentados por ProInversión a la iniciativa privada de Oceanía son de los sectores de energía, transporte y saneamiento.

La buena situación económica de Perú en los días actuales le acredita al país frente los mercados internacionales. Las inversiones consideradas esenciales para mejorar la infraestructura peruana son muchas, y por eso se busca obtener capital privado que se asocie al Estado en su construcción.

La más importante obra de infraestructura del país este año es la línea 2 del metro de Lima. El contrato de cofinanciamiento y exploración comercial por 35 años es disputado por tres consorcios en donde las constructoras son grandes nombres mundiales del rubro, provenientes de España, México y Brasil. Esta licitación muestra que el mercado internacional está mirando con seriedad hacia la inversión en infraestructura en Perú.

Para aprovechar el momento, ProInversión tiene una cartera de proyectos de distintas áreas, que pretende movilizar en distintas formas de asociación con la inversión privada. Entre ellos, están la concesión de construcción y operación de un nuevo aeropuerto en Cusco, construcción y operación del terminal portuario General San Martín en Pisco, los tramos 4 y 5 de la carretera Longitudinal de la Sierra (rehabilitaciones y explotación), y un buen número de otros proyectos viales, de saneamiento, infraestructura de salud y más.

Obras por impuestos

Otra forma interesante de atraer inversiones privadas es lo que en Perú se está llamando Obras por Impuestos. Se trata de una ley aprobada en 2008 bajo la cual empresas pueden realizar asociaciones con los gobiernos regionales y locales del país.

Así funciona: los gobiernos locales o regionales presentan al mercado los proyectos que les gustaría realizar; las empresas individuales o consorcios se hacen cargo de financiarlos y ejecutarlos, el monto invertido es recuperado por medio de la exención de impuestos a la renta de las empresas; además, los gobiernos pagan a las empresas el financiamiento, pero sin intereses, hasta el plazo de diez años después de terminada la obra.

La mayor parte de los proyectos realizados por el sistema de Obras por Impuestos son de pequeño o mediano porte, como pavimentación de vías urbanas, construcción de escuelas, ampliaciones de centros de salud, construcción de reservatorios de agua etc. Casi siempre, se hacen cargo de los proyectos empresas de construcción e ingeniería nacionales. Al apostar en este tipo de acuerdo entre público y privado, el resultado son obras de alto impacto social, además del movimiento económico generado.