Solución permite usar CO2 capturado para producir concreto

Bajo el liderazgo de la empresa canadiense CarbonCure, especializada en soluciones ambientales para emisiones de dióxido de carbón, un grupo de otras cuatro empresas se juntó para realizar un hito en la industria global: la captura exitosa de CO2 de un horno cementero de Cementos Argos en Alabama, Estados Unidos, y su posterior utilización en la producción de concreto en una central, también de Argos, en otro punto de EE.UU.

La solución presentada por el grupo de empresas representa la primera a conectar todos los puntos de la cadena de producción del sector de cemento y hormigón. Básicamente, se montó un sistema de recolección del dióxido emitido por el horno de la planta cementera de Roberta, en Alabama, se lo congeló por método de criogenia y una vez transportado hacia Atlanta, la planta de hormigón de Argos en Glenwood lo utilizó en la producción de concreto.

El concreto hecho con los restos de CO2 del horno de cemento ya fue utilizado exitosamente en un proyecto de construcción local en Atlanta.

Cementos Argos participó en las puntas del sistema, generando las emisiones que fueron capturadas, y al final con la utilización del CO2 en su planta de producción de hormigón. Sustainable Energy Solutions (SES) fue la responsable por el sistema de captura del carbón por criogenia, Praxair fue la responsable por el transporte del material, la misma CarbonCure instaló en Atlanta un sistema de utilización del gas para producir concreto, cerrando el ciclo.

CarbonCure tiene tecnologías propias que permiten una mineralización del dióxido de carbón emitido por industrias, permitiendo su utilización a través de métodos también desarrollados por la empresa. Según la compañía, alrededor de 100 empresas de concreto ya utilizan algunas de sus tecnologías para agregar sustentabilidad al proceso de producción de concreto.

Ahora, se espera que este nuevo desarrollo que abarca todos los puntos de la cadena aumente la capacidad de la industria de reducir dramáticamente sus emisiones. De acuerdo con la empresa desarrolladora del sistema, se estiman oportunidades de mercado por el valor de US$ 400.000 millones que están por crearse sólo en la industria de concreto, a través de la utilización de productos derivados del dióxido de carbón.