Construir para estudiar

El problema es tradicional: jóvenes van a estudiar en universidades fuera de sus ciudades de origen, y sólo tienen las opciones de alquilar un departamento o alojarse en conjunto con sus colegas en residencias generalmente precarias.

Para hacerse cargo del problema, en Brasil una empresa reproduce la solución de las residencias estudiantiles muy comunes en países europeos. Uliving es una startup brasileña que construye edificios dedicados a albergar los estudiantes universitarios. Ya son dos emprendimientos construidos especialmente para esta finalidad, uno en São Paulo, el otro en Sorocaba, ciudad universitaria cerca de São Paulo.

En total, estas dos residencias estudiantiles pueden albergar 133 estudiantes, que pagan a la empresa mensualidades mientras ahí vivan, y reciben en cambio un servicio completo de alojamiento. Hay espacios de estudio, lavanderías, comedores, gimnasio, internet inalámbrico y otras comodidades.

El modelo es prometedor. Tanto es así que entre este año y el próximo la empresa parte la construcción de cuatro nuevas residencias, una en Macaé, estado de Río de Janeiro, y tres más en São Paulo. El plan de expansión de Uliving hasta el año 2022 es tener 35 residencias en funcionamiento.

Si se mantiene el nivel de demanda verificado en los tres primeros años de operación, el objetivo es realizable. “Tenemos un promedio de ocupación de la residencia de Sorocaba de un 96%, mientras que en São Paulo la residencia tiene ocupación promedio de un 85%. Los contratos son de 12 meses con cada estudiante”, afirma el CEO de la empresa, Juliano Antunes.

El modelo

Uliving tiene dos modelos para el establecimiento de sus residencias estudiantiles. Puede recuperar un edificio viejo o construir un nuevo. En ambos casos, contrata constructoras para realizar el servicio.

“En los proyectos donde la construcción será nueva, contratamos constructoras por precio cerrado. Pero cuando hacemos el retrofit de un edificio antiguo es más complicado, porque nunca se sabe qué se va encontrar. En estos casos, las constructoras ponen un target de precio, y es nuestra responsabilidad detallar al máximo el proyecto para evitar sorpresas. Entonces se hace un contrato de administración para permitir que se ajusten los pagos a la realidad final del servicio”, afirma Antunes.

Otro punto fundamental de su modelo de negocios es que Uliving recibe aportes de inversionistas para cada nuevo proyecto de residencia. “El inversionista entra como socio de la unidad donde quiera participar. Pone su capital y recibirá las ganancias generadas. Nosotros somos los administradores de las residencias y de los contratos con los estudiantes”, esclarece. La empresa Uliving crecerá con su servicio de administración mientras más residencias se construyan.

Es por ello que el ambicioso plan de crecimiento quiere llegar a las 5.000 camas para estudiantes hasta 2022, divididas entre las 35 residencias que planifican construir.

Se trata de un modelo innovador que comparte costos y beneficios de la construcción, basándose en la gestión compartida del activo. Exactamente el tipo de renovación que la industria debe buscar para enfrentarse a los desafíos de la economía del mundo contemporáneo, marcada por los servicios y la división de riesgos y ganancias.