Planificándose

Como hemos visto en los últimos años y como seguramente seguirá ocurriendo en los años venideros, América Latina está creciendo sostenidamente, lento, pero seguro. Algunos países enfrentando dificultades y fuertes desaceleraciones, mientras que otros avanzan con vigor. En promedio, el mundo ha visto como la región incrementa su PIB en torno al 2,5% y 3% anual.

No obstante lo anterior, lo que sí está claro es que la región está impulsando proyectos cada vez más ambiciosos para poder lograr el tan esperado desarrollo.

El Banco Interamericano del Desarrollo (BID), en su estudio América Latina y el Caribe en 2025, estima que para entonces, un 85% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, lo que de acuerdo a la institución será el nivel de urbanización más alto del mundo. Para sostener este crecimiento, hay mucho que hacer e invertir. La misma entidad financiera advierte que se deberían invertir unos US$40.000 millones sólo en construcción o expansiones de líneas de metro.

Un dato interesante que apunta en el mismo sentido es el entregado por la firma de consultoría estadounidense CG/LA Infraestructure, Inc. Su listado de 100 proyectos estratégicos de la región –y que se pueden encontrar en esta edición de Construcción Latinoamericana- suma inversiones por US$138.553 millones para la región.

De acuerdo a la misma compañía, que está organizando para el mes de junio el 12° Foro Latinoamericano de Liderazgo en Infraestructura, los países de la región necesitan incrementar su inversión en infraestructura en por lo menos un 250% en los próximos cinco años. Algunos necesitarían ir aún más allá y hacerlo en un 350%.

¿Cuál es la mejor forma de lograr el desarrollo? Pues bien, sin duda las asociaciones público privadas se han convertido en una herramienta a la que muchos gobiernos han echado mano. Y en este sentido, Perú, el país foco de esta edición, tiene mucho que decir.

Bajo el alero de la agencia ProInversión, el país andino ha concesionado en la década comprendida entre 2004 y 2013, más de US$18.200 millones. De hecho, el año pasado marcó un récord con concesiones por US$5.022 millones, cifra que debería ser superada en el presente ejercicio.

Otro mecanismo de asociación público-privado con el que cuenta Perú, es el de Obras por Impuestos, sistema en el que las empresas y/o inversionistas pueden recuperar su inversión en obras para la comunidad por medio de la exención de impuestos a la renta, con el gran incentivo que en un plazo de diez años terminada la obra, el gobierno les restituye el valor desembolsado.

Así es como está hoy nuestra región, con muchos e importantes proyectos para seguir pavimentando el futuro a la prosperidad. Es de esperar que los gobiernos y los particulares sepan seguir aunando fuerzas por el bien común de Latinoamérica.