Soluciones pre-vistas
03 August 2018
Casos de éxitos de empresas como Preansa y Tecnocom, confirman la eficiencia y versatilidad del uso de prefabricados de hormigón.
Las ventajas que trae consigo la pre-producción industrializada de elementos prefabricados de hormigón, son numerosas. La principal de ellas que ofrece esta alternativa versus los elementos ejecutados “in situ”, sería la calidad de los materiales y los acabados. Esto gracias a que los elementos prefabricados se producen en una planta con estrictos controles de calidad. De esta forma, además de poder obtener productos de gran calidad y precisión, el proceso ofrece mayor rapidez de instalación y por lo tanto un gasto considerablemente menor en mano de obra. Lo anterior sin contar con menores impactos en el medioambiente, la disminución de molestias por ruido y la acumulación de polvo.
La utilización de prefabricados se ha convertido así en una alternativa real a los procesos constructivos tradicionales, incorporando todo tipo de estructuras y elementos y ampliando su actuación a todo tipo de edificaciones, ofreciendo soluciones constructivas en sectores productivos como la minería; en edificación industrial, comercial y habitacional; y en obras públicas como viaductos, acueductos, pasarelas, etc.
En resumen, un proceso completo de diseño, ingeniería, fabricación, transporte y montaje, es lo que empresas como la chilena Preansa y Tecnocom, perteneciente a Progress Group, pueden ofrecer a la industria.
Aumentando producción
La filial chilena de la multinacional española Prainsa, Preansa, ha probado ya la eficacia de su método y cuenta con una amplia experiencia en la industria, con más de 20 años desde su fundación y con procesos de internacionalización en Perú (2007) y Colombia (2013).
La empresa ha consolidado su nombre y ha participado en grandes proyectos de infraestructura. Por ejemplo, ha suministrado más de 1.000 vigas pretensadas en varias estaciones del Metro de Santiago; ha trabajado en varios proyectos de viaductos y puentes, e incluso ha desarrollado varios proyectos mineros, entre los que destaca la construcción y suministro de 17.000 m3 de estructuras y elementos de hormigón prefabricado para el proyecto Quebrada Grande 2, de Teck.
Actualmente la compañía cuenta con una capacidad de producción de 30.000 m3 anuales, junto a su flota de equipos de transporte especiales y grúas, que le permite afrontar obras en todo Chile. Pero Preansa anunció que durante el segundo semestre de este año comenzaría la construcción de una nueva planta, en Pozo Almonte, la que le permitirá duplicar su capacidad de producción y atender con mayor eficacia a sus clientes del norte del país.
“Enfocamos toda nuestra experiencia y energía en optimizar los proyectos desde su fase inicial, aportando las soluciones más eficientes sin perder nunca de vista que nuestro producto, que incorpora una alta tecnología con hormigones de alta resistencia, cumpliendo con el más alto estándar de calidad, altas resistencias al fuego y durabilidad, finalmente debe ser transportado y montado en el menor plazo posible, logrando un resultado que se traduce siempre en disminución de costos para nuestro cliente”, definió Jon Ander Urgoitía, gerente comercial de Preansa a un medio local.
El puente mayor
Los elementos prefabricados han ido ganando espacio y una de las áreas donde su presencia hoy es especialmente importante es en la construcción de puentes. La utilización de prefabricados en estas estructuras ha permitido agilizar su proceso constructivo.
Si bien la utilización de vigas prefabricadas no es un concepto especialmente novedoso, también se ha ido haciendo más común el uso de prefabricados para losas, pilares, zapatas, estribos y muros de contención.
La italiana Tecnocom, perteneciente a Progress Group, es una compañía especializada en sistemas de encofrado para la industria de prefabricados de hormigón y cuenta con décadas de experiencia en el diseño y la fabricación de encofrados para elementos de puentes. Todos los pasos, desde la planificación hasta el montaje sobre el terreno, son realizados por especialistas de la propia empresa que ha ejecutado proyectos similares en Italia, Portugal, España, Grecia y Catar.
En razón de estos antecedentes es que la empresa contratista italiana, Rizzani De Eccher, que ganó la construcción del puente, le confió a su compatriota el contrato para el suministro de un sistema de encofrado para elementos para el puente de carretera más largo de Colombia, parte del enlace viario entre Cartagena de Indias y Barranquilla, en el norte del país.
El proyecto Cartagena-Barranquilla y circunvalar de la Prosperidad demandará inversiones por unos US$1.300 millones y cubrirá una longitud de 146 kilómetros. Como se ha mencionado, un elemento primordial de la nueva conexión viaria entre Cartagena y Barranquilla es el puente sobre la laguna costera de Cartagena, el viaducto Gran Miguel, que con cuatro carriles y 5,4 kilómetros de extensión se convertirá en el puente de carretera más largo de Colombia.
El equipo de encofrado de Tecnocom se envió por barco a Latinoamérica. Luego el sistema de 40 metros de largo se instaló cerca de la obra y desde entonces fabrica vigas en V de 31, 32 y 37 metros de largo y con un peso de hasta 85 toneladas.
Una de las ventajas de este sistema constructivo es la corta duración que toma este proceso debido a que el izaje y montaje del mismo se realiza por personal especializado con la ayuda de equipos mecánicos sofisticados. Éstos garantizan la seguridad y la calidad de las estructuras tomando el menor tiempo posible de ejecución. Después de su fabricación, los elementos se cargan con dos puentes grúa en camiones especiales y se transportan al lugar de utilización. Allí se lleva a cabo el montaje y el hormigonado de la losa superior para la calzada.
Para hacer posible la producción de las tres longitudes diferentes, el sistema se equipó con laterales frontales ajustables. Además, el molde dispone de un sistema para absorber la fuerza de pretensado con una capacidad de 1.550 toneladas. Gracias a este sistema, el encofrado es independiente del lugar. Al terminar el proyecto se puede transportar sin complicaciones a otras obras junto con los equipos adicionales. Asimismo, el encofrado está equipado con un sistema de vibración y de calefacción.